Rayani Air: volar bajo la protección de Alá

La aerolínea islámica realiza vuelos domésticos en Malasia. No se sirve alcohol ni cerdo, las azafatas visten según la sharia, y antes de partir los altavoces difunden rezos del Corán.

Por ahora es una aerolínea pequeña: sólo cuenta con dos aviones Boeing 737-400, ocho pilotos y 50 azafatas. Ni tampoco vuela muy lejos: se limita a realizar vuelos nacionales en Malasia, desde la isla de Langkawi hacia la capital Kuala Lumpur y a otros destinos como Kota Baru, Kota Kinabalu y Kuching. Pero es la primera línea aérea que funciona siguiendo los dictados de la sharia, la ley islámica.

Rayani Air recibió ayer la autorización de las autoridades de la aviación civil de Malasia para comenzar a operar, aunque la compañía había sido creada hace casi un año atrás, el 19 de enero de este año.

Bajo las normas de la sharia

Las azafatas de Rayani Air visten el hiyab, el velo que cubre su cabeza y llega hasta los hombros. Sus comidas –donde el cerdo está prohibido- se presentan con el certificado halal (método avalado por el Islam para el sacrificio de animales), y no está permitido servir ni llevar alcohol para beber a bordo.

Poco antes de comenzar el vuelo, luego de las normas de seguridad, los altavoces pasan a emitir los versos del Corán, mientras los pasajeros musulmanes realizan sus rezos y mueven levemente sus cuerpos –en la medida que los apretujados asientos de la clase turista se lo permiten-.

Para apaciguar la furia de Alá

La empresa se creó tras el temor, muy extendido sobre todo entre los musulmanes más conservadores, de que las dos tragedias aéreas de Malaysia Airlines –un vuelo que desapareció en marzo de 2014 y una aeronave derribada meses más tarde en Ucrania- se debían a un castigo de Alá por no seguir sus dictados. En Malasia, el 60% de su población de 30 millones de habitantes es musulmana.

Pero el negocio no lo vislumbraron los religiosos malasios sino una pareja de empresarios hindúes, Ravi Alagendrram y su esposa Karthiyani Govindan. En declaraciones a medios locales, el creador de la aerolínea dijo que dan la bienvenida a los pasajeros de cualquier religión, y no les impondrán ninguna norma de vestimenta.

Además, tampoco hay segregación entre hombres y mujeres en los asientos. «Quien quiera viajar en forma recatada, y sin beber alcohol, se sentirá como en casa», ofrece Alagendrram a sus potenciales clientes. 

a.
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