Rusia presenta el avión que rompe el duopolio de Boeing y Airbus

Con el MC-21, el gobierno quiere resucitar su aeronáutica civil, dominada por el constructor americano y el europeo

Rusia acaba de presentar un nuevo avión comercial para recordar su dilatada experiencia en la fabricación de aeronaves y reducir su dependencia de los aviones occidentales.

Estrategia nacional

Ha sido el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, quien ha presidido la fastuosa ceremonia de presentación del nuevo avión de pasajeros que ha tenido lugar hoy en un hangar del fabricante Irkut –de la estatal United Aircraft Corporation-, en la ciudad siberiana de Irkutsk.

Según palabras de Medvedev, retransmitidas por televisión, “Aeroflot y otras compañías aéreas del país vienen dependiendo cada vez más de aviones Boeing y Airbus, por lo que el gobierno ha decidido convertir la industria nacional de fabricación de aeronaves en una de sus prioridades”.

Primeras entregas en 2018

A diferencia de los anticuados Tupolev Tu-204 de la era soviética, el nuevo avión está fabricado con materiales compuestos que ayudan a reducir su peso y mejorar su eficiencia, con una capacidad de transporte de 150 a 211 pasajeros.

Además, con un ensamblaje que incluye sólo un 30% de piezas fabricadas en el extranjero, pretende desafiar a los Airbus A320 y a los Boeing 737, que dominan ampliamente este segmento del mercado.

Los primeros vuelos de este avión están previstos para finales de 2016 o inicios de 2017, y las primeras entregas, para finales de 2018. Irkut asegura que ya tiene 175 encargos del MC-21 por parte de Aeroflot y otros grupos estatales rusos, que se han comprometido a apoyar el proyecto con arrendamientos de aparatos con opción a compra.

Después del fracaso del Superjet

El nuevo aparato se presenta cinco años después de la puesta en servicio del avión regional Superjet, que buscaba encarnar el renacimiento de la aviación civil rusa, desmantelada tras la desaparición de la URSS. S

Sin embargo, su despegue ha quedado asociado a una tragedia –el accidente de 2012 en Indonesia, atribuido a un error humano y que dejó 45 muertos-, a múltiples problemas técnicos y a las dificultades  financieras del fabricante Sukhoi.

Su lista de clientes se limitó durante varios años a la compañía nacional rusa Aeroflot y a la mexicana Interjet, antes de obtener este año su primer pedido europeo, de la aerolínea irlandesa CityJet.

 

a.
Ahora en portada