Ryanair, a juicio por su calendario

Una demanda califica a la acción benéfica de publicidad sexista

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga ha celebrado este jueves el juicio por la demanda presentada por una asociación de consumidores contra Ryanair, en la que el colectivo solicitó que se declarara «ilícita» y «desleal» una campaña promocional y un calendario lanzados el pasado año por la aerolínea, en los que se utilizaba la imagen de la mujer «como reclamo».

En la demanda presentada a finales de 2012 por la Asociación de Consumidores y Usuarios Adecua, y a la que tuvo acceso Europa Press, se explicaba que la aerolínea comenzó a promocionar en octubre de dicho año en su página web la venta de billetes de avión «usando como reclamo publicitario la imagen en biquini de distintas mujeres», incluyendo expresiones como «tarifas al rojo vivo». Al proceso también se ha unido la Fiscalía y la Abogacía del Estado, en representación del Instituto de la Mujer.

Defensa

El abogado de Ryanair ha defendido el carácter solidario del calendario en el que aparecen chicas en biquini y su campaña de promoción en la web de la empresa. Además, ha insistido en varias ocasiones en que se trata de un calendario solidario y los fondos van a asociaciones, aludiendo al que hacen equipos de fútbol o bomberos. «No sabemos cuál es la diferencia», ha dicho, añadiendo que estas acciones son muy importante, forma parte de la responsabilidad social corporativa y es un «concepto independiente de la actividad» normal, que es la venta de billetes.

Ha señalado que este calendario de 2013 recaudó 100.000 euros para una asociación de enfermos, con lo que la finalidad social «es real». Ha insistido en que en todo momento Ryanair «respeta» la imagen de la mujer y de las personas que participaron en el calendario, proponiendo la declaración de tres de éstas, lo que no ha sido aceptado por la jueza.

Acusación

Por su parte, tanto el letrado de Adecua, Antonio Castillo, como el fiscal y el representante del Instituto de la Mujer, han sostenido el uso «torticero» y «discriminatorio» de la imagen de la mujer, como «mero reclamo», «carnaza» o «gancho publicitario» para la venta de billetes y no del calendario. Así, han pedido que se prohíba la repetición de estas campañas que se vienen realizando varios años y que la publicidad se declare «ilícita y desleal».

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