Trasmediterranea enmascara con los contratos del Estado su grave situación financiera

Media docena de buques inoperativos, un agosto cerrado en números rojos y la fuga de directivos desde que es de Acciona, dibujan un futuro incierto para la naviera

Acciona Trasmediterranea ha optado por la huída hacia adelante. A las dificultades financieras por las que atraviesa la naviera, tras varios ejercicios económicos seguidos saldados con cuentas negativas, se contraponen la puesta en servicio de unidades de la flota para cubrir los enlaces marítimos, así como la renovación de los concursos públicos adjudicados para cubrir las principales líneas marítimas entre la península y Canarias y, en mar de Alborán, con Melilla. El 30 de septiembre finalizaba, a su vez su contrato con Baleares, que en su vigencia anterior de cinco años había sido adjudicado por 8,7 millones de euros.

Según informaciones de fuentes próximas a la compañía a las que ha tenido acceso este diario la empresa de transporte marítimo se enfrenta a numerosos agujeros en su línea de flotación. Empezando por el pinchazo que ha supuesto el mes de agosto, tradicionalmente el mejor mes en resultados para la compañía, y que en este ejercicio ha terminado con números rojos, con el consiguiente impacto en la cuenta de resultados anuales.

Un balón de oxígeno de dos años

La compañía Acciona Trasmediterranea finalizó el pasado 30 de septiembre los contratos vigentes con el Estado para la prestación de servicio en las  líneas marítimas de interés público. Desde el primero de octubre, y según ha informado la propia empresa, ha visto renovados todos los contratos a los que se ha presentado,  entre Península y Canarias  y desde Almería y Málaga con Melilla, tras haber resultado adjudicataria de estos concursos públicos del Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Marina Mercante.

La duración de cada uno de estos contratos es de 2 años, y cuentan con un presupuesto de 3,5 millones de euros en el caso de la línea marítima Península-Canarias, y de 11,9 millones de euros para los trayectos Almería-Melilla y Málaga-Melilla

Un presumible balón de oxígeno para enmascarar una situación que, sin llegar todavía a la de un preconcurso de acreedores, podría amenazar con serlo a medio plazo si el escenario económico no da un tumbo considerable. Lo cierto es que la radiografía de descapitalización paulatina de la compañía desde que fuera adquirida por el holding de servicios Acciona se ve acompañada de un goteo de deserciones en sus ejecutivos. 02B ha podido saber que la fuga de directivos ha sido una realidad desde que Trasmediterránea pasó a manos de Acciona.

Reducción de flota

La flota de la compañía está compuesta de 22 buques en es tos momentos, lo que la convierte sobre el papel en una de las más holgadas de su segmento, aunque hay que mirar que esta flota se ha reducido respecto a muy pocos años atrás, cuando llegó a tener 25 buques. Pues bien, conocedores de la verdadera situación de AccionaTrasmediterránea han informado a este diario que la compañía marítima tiene en estos momentos 6 naves inoperativas, en dique seco como vulgarmente podría decirse.

02B ha preguntado a la dirección financiera de la naviera cuánto le cuesta anualmente mantener en puerto y sin operar a cada uno de sus barcos, pero la compañía ha declinado dar una respuesta a ésta y a otras cuestiones.

a.
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