Los trenes suizos se suben a la moda de los coches voladores

La compañía nacional de ferrocarriles de Suiza negocia con empresas tecnológicas para desarrollar vehículos aéreos que complementen su oferta de viajes

Los fabricantes de automóviles y grandes tecnológicas como Google o Uber no son las únicas interesadas en desarrollar coches voladores: el servicio nacional de ferrocarriles de Suiza también quiere participar de este negocio.

La compañía Schweizerische Bundesbahnen (SBB) firmó un acuerdo con la start-up alemana Lilium GmbH para desarrollar un modelo de taxi aéreo que pueda transportar hasta cinco pasajeros.

Complemento al servicio ferroviario

La idea no es que estos vehículos en el futuro reemplacen al servicio ferroviario, sino que acerquen a los pasajeros desde sus casas, oficinas u hoteles hasta la estación de trenes más cercana.

La empresa de ferrocarriles suiza quiere que su taxi aéreo acerque a los pasajeros a hoteles y centros de convenciones

Lilium ha desarrollado un prototipo de vehículo aéreo eléctrico, que puede despegar y aterrizar verticalmente, con una autonomía de 300 kilómetros que cubre en una hora.

 

Raffael Hirt, portavoz de SBB, confirmó al diario suizo Sonnatgs Zeitung que la empresa estatal mantiene conversaciones con Lilium.

Aunque no trascendió el rol que tendría cada empresa en la sociedad, desde el SBB creen que el servicio de taxis aéreos puede aportar un valor añadido a su oferta ferroviaria, ya que considera que la personalización de los viajes será la clave del modelo de transportes del futuro.

También con el Hyperloop

Esta no es la única apuesta de la compañía de trenes con vistas al futuro: SBB firmó un acuerdo con la organización Euro Tube para promover la instalación del Hyperloop en el país.

La idea es que en la ciudad de Collombey-Muraz, en el cantón de Valais, se construya una instalación de pruebas de este sistema, consistente en una cápsula que viaja en un tubo al vacío a velocidades de hasta 1.100 kilómetros por hora.

El proyecto se pondrá en marcha a mediados de este año, informa el diario The Local, y más que personas, el objetivo es que sirva –en una primera instancia- al transporte de mercaderías.

Rechazo de la clase política

Pero los planes de SBB para el futuro no son del agrado de toda la clase política. El director de obras públicas y transporte del cantón de Berna, Christoph Neuhaus, dijo que la compañía ferroviaria debería preocuparse por problemas más urgentes “en vez de saltar a proyectos futuristas y utópicos”.

Otros políticos sostuvieron que SBB tendría que dar prioridad a reducir sus costes, solucionar los retrasos del servicio y arreglar los problemas que acarrean los nuevos tipos de vagones, que fueron criticados porque dificulta el acceso de las personas con movilidad reducida.

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