Turkish Airlines: las ayudas públicas “matan” a las aerolíneas

El consejero delegado, Temel Kotil, sostiene que “la protección del Estado te ayuda, pero también genera dependencia”. La compañía turca crece a pesar de la crisis gracias a una estrategia “basada en el cliente”, la apuesta por las conexiones, también con ciudades medianas, y su hub en Estambul.

Turkish Airlines desafía a la crisis. Nombrada mejor aerolínea de Europa por tercer año consecutivo, tiene ya un 12,8% de cuota de mercado en la Unión Europea. El pasado año ingresó 6.200 millones de euros por ventas –que aumentaron un 27%–, y obtuvo un beneficio operativo de 410 millones de euros, un 9% más que en 2012.

En España, con presencia en seis aeropuertos, movió a 708.000 pasajeros, un 37% más. Con estas cifras bajo el brazo, su presidente, Temel Kotil, sostiene que no cree en las ayudas públicas, por lo menos no en aquellas que acaban definiendo los destinos de una compañía. “El dinero lo dan los pasajeros, ellos son los verdaderos jefes, no los gobiernos”, indica.

En un encuentro con medios de comunicación españoles en Estambul, Kotil admitió que las compañías aéreas necesitan del apoyo de los gobiernos para salir adelante en un momento como el actual, si bien limitó sus actuaciones a cuestiones de legislación, tasas o infraestructuras.
 

 
Kotil: ‘Si le dijeses a un Gobierno que vas a abrir una línea en Mogadiscio te diría que estás loco’

 
“La protección del Estado te cuida, pero también te mata”, indicó el primer ejecutivo de la compañía turca, que se refirió al hecho de que los fondos públicos acaben por decidir, en ocasiones, los destinos en los que operan algunas compañías. Para el directivo, la implantación en una u otra ciudad debe ser apuesta personal de los grupos aéreos.

“Si le dijeses a un Gobierno que te da fondos que vas a abrir una línea nueva en Mogadiscio (Turkish comenzó a volar a Somalia en 2012) te dirían que estás loco, pero nosotros lo hemos hecho”, explicó el ejecutivo, quien destacó la gran acogida de esta conexión.

El éxito de Turkish Airlines se basa, según su presidente, tanto en la optimización de recursos, como en el posicionamiento estratégico de la compañía en Turquía, en un momento, explica, en el que el centro de los negocios y la industria a nivel mundial se desplaza hacia Oriente y Asia. En la actualidad, desde el hub de la aerolínea en Estambul hay rutas a 244 destinos en 105 países. Tan sólo desde su base de operaciones en un margen de cuatro horas puede conectar hasta sesenta países.

Turkish juega con otro factor clave. No sólo está presente en los grandes aeropuertos, también apuesta por las conexiones con terminales medianas. En el caso de España, por ejemplo, además de Barcelona y Madrid, posee una ruta que une Santiago de Compostela y Bilbao con Estambul, en los que opera con aviones de menor tamaño, cuyo coste es más reducido.
 

 
La apuesta por aeropuertos medianos permite a Turkish optimizar recursos

 
“Es una estrategia de la compañía, apostar también por las ciudades medianas. Desde ellas puedes volar a Turquía de forma directa y desde allí a cualquier parte del mundo. Tan sólo hacen falta dos pasos”, explica Kotil. Las líneas de Turkish no se deciden al azar, a pesar del menor tamaño de los aeropuertos de Galicia y País Vasco, la industria de ambas regiones y sus relaciones con Turquía y Asia garantizan la pervivencia de la conexión.

La buena salud de sus conexiones en aeropuertos medianos se traslada a la cuenta de resultados. Durante 2013, Bilbao aumentó sus pasajeros un 48% hasta los 31.592, mientras que desde Santiago embarcaron 27.816 personas (comenzó a operar en mayo de 2013). El enlace entre Barcelona y Estambul creció un 10,8%, hasta los 277.974 pasajeros, mientras que Madrid lo hizo un 35,7%, hasta los 234.160. Valencia llegó a los 63.000 pasajeros, un 42,6% más, mientras que Turkish incrementó sus usuarios en Málaga hasta los 75.570, con un crecimiento de un 65% en tan sólo un año.

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