Varapalo a los taxistas: Bruselas respalda el método Bla Bla Car

El portavoz comunitario de Agenda Digital defiende que ofrecen precios más competitivos.Este servicio de transporte no profesional permite a los propietarios de un vehículo compartir los gastos del viaje con personas que hagan el mismo trayecto.

Bruselas ve con buenos ojos los servicios de coches compartidos que ofrecen empresas como Bla Bla Car. Lo ha asegurado el portavoz comunitario de Agenda Digital, Ryan Heath. Con sus palabras, arroja un jarro de agua fría a colectivos como los taxistas y compañías de autobuses que pedían su prohibición alegando competencia desleal.

El portavoz comunitario considera que este tipo de servicios da a los consumidores una mayor variedad a precios competitivos e impulsa el crecimiento económico así como el empleo.
 

 
Las webs conectan a viajeros que hacen el mismo trayecto tanto dentro como fuera del país de origen

 
Los taxistas no entienden la postura de Bruselas tratándose de un negocio que opera desde el limbo legal. El colectivo se queja de que, a fin de cuentas, el vehículo compartido es una actividad remunerada que se realiza en la sombra y que no ofrece ninguna garantía para los clientes. La principal reclamación es que si los conductores privados ganan dinero, también paguen impuestos.

El negocio de compañías como Bla Bla Car se sustenta en conectar, a través de un portal on line, a viajeros que hacen el mismo trayecto tanto dentro como fuera del país de origen. El conductor, que por motivos personales o profesionales viaja solo, tiene un perfil en la web, indica el punto de salida y el de llegada y el coste a asumir por cada uno de los pasajeros que le acompañen.
 

 
En España, el boom ha sido más reciente frente al éxito cosechado en el país galo

 
El principal cliente de este servicio también conocido como carpooling suelen comprender edades entre los 25 y los 45 años.

Para que el modelo de negocio sea rentable, hay compañías que cobran uno o dos euros por cada reserva realizada en sus webs. Empresas como Bla Bla Car sólo cobra este recargo en Francia, donde la práctica está muy extendida. Fuente de la compañía explicaban a 02B que hay una masa crítica suficientemente sólida como para sustentar el negocio en el resto de países.

En España, el boom ha sido más reciente frente al éxito cosechado en el país galo, mientras que ciudades como Bruselas ya han vetado el uso de este servicio conocido sustentado en lo que denominan consumo colaborativo.

a.
Ahora en portada