Un Las Vegas en miniatura podría cambiar el rostro del Gran Cañón

Un polémico proyecto amenaza con cambiar para siempre el rostro del Gran Cañón del Colorado (Arizona, Estados Unidos). El Grand Canyon Escalade es un complejo de ocio y juego que se construiría pegado a la vertiente oeste del desfiladero. Pese a algunas dificultades para recabar los fondos necesarios, Confluence Partners LLCC, promotora de la idea, asegura que creará 2.000 empleos y 50 millones de euros de ingresos brutos al año.

Precisamente, las cifras son uno de los argumentos para convencer a parte de la población navajo de la zona de la importancia de la obra. El Escalade se asentaría sobre suelo de la reserva de esta tribu, colindante al Gran Cañón. Cabe recordar que la categoría de parque nacional impide toda construcción en el interior y perímetro de la conocida garganta.
 

 
Quizás por ello, varias familias navajo se oponen con rotundidad al proyecto. Alegan que destruirá el ecosistema del desfiladero y traerá «contaminación y un trasiego continuo de turistas cuyo impacto sobre el medio será imposible de revertir”. El grupo Save the Confluence (Salvemos la Confluencia) ha empezado una larga batalla contra el Escalade y recabado 6.000 firmas en internet, además del apoyo de varias tribus.

Con todo, Confluence Partners defiende que es una oportunidad única para los nativos. “Significa más empleo y recursos, además de una oportunidad para dignificar y mostrar la cultura navajo al mundo”, indicaba el pasado año un portavoz de la compañía a Native Sun News.

No en vano, el proyecto precisa de cerca de 90 millones de euros para materializarse, cantidad que serviría para construir un museo, un restaurante, un hotel, una pasarela y mirador hasta el borde del cañón y un tranvía aéreo para descender al fondo del mismo.