¿Por qué vivir unas vacaciones montado en una autocaravana?

La libertad de viajar con la casa a cuestas convierte las cuatro ruedas en un aliado para descubrir lugares recónditos, alejados de los principales circuitos

¿Te gusta conducir?, preguntaba un popular anuncio hace una década. Si la respuesta es negativa no sigas leyendo; de ser positiva estate atento, el fenómeno resurge con fuerza como protagonista de tus vacaciones. Antes de la crisis económica eran muchas las familias que presumían de una autocaravana, tras años en el garaje, viajar con la casa a cuestas vuelve a estar de moda, y cada vez a destinos más sorprendentes.

Jordi Xicola fundó hace 10 años la agencia de viajes Buena Ruta, especializada en las vacaciones con este tipo de vehículos. “En nuestros viajes se forma una hermandad entre todos los usuarios que sólo te la da la carretera y poder tomar una cerveza bajo la luz de las estrellas”, señala. 

Antes de lanzarse sobre el asfalto, el empresario advierte: “hay mucha piratería en este sector”. Se cuentan por centenares los casos de clientes que al retornar su vehículo alquilado se han quedado sin la fianza por cualquier pequeña rallada o un supuesto golpe en los bajos. “Es importante trabajar con proveedores de confianza”, alerta.

Una vez en el camino, Xicola desmonta el mito de la inseguridad y apuesta por destinos cada vez más exóticos. Su empresa lleva una década recorriendo Marruecos, desde sus capitales a sus rincones más inhóspitos. Olvídate del sur de Francia, la tendencia es viajar a los Balcanes, Islandia y Rusia.

Muchos países están faltos de infraestructura, por lo que el ejecutivo catalán saca pecho y barre para casa: “nosotros buscamos los espacios adecuados para acampar así como trabajamos de la mano de guías locales que garantizan un viaje inolvidable”.

La cultura de la caravana vuelve a arrancar ahora con fuerza en España, pero ya lleva años a toda velocidad en lugares como los Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda. Precisamente desde el archipiélago Pacífico, Dani Alonso, fundador de la agencia Tripperzone nos contaba en verano su experiencia con la casa a cuestas: “contar con un vehículo propio te permite para cuando quieras para disfrutar de paisajes espectaculares”.

«Gracias a la autocaravana he podido descubrir alguno de los mejores amaneceres del planeta: junto a un lago de alta montaña de aguas turquesas (Pukaki Lake), en medio de una selva tropical (Kaitoke), entre cenizas en el Tongariro National Park o con vistas a unos de los más bellos fiordos del mundo Milford Sound«, desgranaba.

No obstante, las prisas no acostumbran a ser buenas compañeras en este tipo de viajes. «Nuestras rutas oscilan entre los 10 días, los preferidos de las familias con niños ya crecidos, a casi dos meses, ideal para parejas de jubilados o gente con mucho tiempo libre», señala Xicola.

Pese a la sensación de libertad, tres consejos que podrían parecer obvios pero que algunos autocaravanistas se saltan a la ligera: no acampes en el centro de la ciudad, no acampes en una cuneta de una gran carretera y no acampes en zonas con señales de prohibido acampar. 

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