Díaz Ferrán simuló insolvencia, blanqueó y actuó como la mafia

El juez Velasco transforma las diligencias previas de la 'operación Crucero' en procedimiento abreviado para juzgar la comisión de delitos de insolvencia punible, organización criminal y blanqueo de capitales con la intención de eludir a los acreedores de Marsans.

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha imputado al ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, a varios familiares y a su socio Ángel de Cabo en un auto en el que transforma las diligencias previas de la operación Crucero en procedimiento abreviado.

El magistrado acusa al también ex dueño de Grupo Marsans de la comisión de delitos de insolvencia punible, organización criminal y blanqueo de capitales para eludir de forma fraudulenta el pago a los acreedores tras la quiebra de su compañía de viajes.

Están imputados por estos mismos delitos otras 11 personas entre las que se encuentran el empresario Ángel de Cabo, su mujer Consuelo Garrido y su cuñado Teodoro Garrido, y el hijo de Díaz Ferrán, Gerardo Díaz Santamaría.
 

 
El ex presidente de la patronal también es juzgado por la compra de Aerolíneas Argentinas y la quiebra de Seguros Mercurio

 
Velasco asegura que el ex presidente de la CEOE decidió junto al fallecido Gonzalo Pascual «iniciar un proceso de enajenación tanto de las compañías del grupo empresarial como de los bienes y sociedades patrimoniales y de los bienes poseidos a través de éstas con el fin de excluir de dichos procedimientos los activos realizables».

Díaz Ferrán y De Cabo, que se encuentran en prisión bajo fianza de cinco millones de euros, fueron encarcelados el pasado 5 de diciembre junto a otros cinco miembros del entramado. Quedaron en libertad la secretaria del liquidador, Susana Mora, tras depositar una fianza de 3.000 euros, y el fiscalista Rafael Tormo tras la imposición de medidas cautelares.

El ex presidente de la patronal también está siendo juzgado en la Audiencia Nacional por la compra de Aerolíneas Argentinas y está imputado en otras dos causas por apropiarse indebidamente de 4,4 millones de euros en la quiebra de Grupo Marsans y la venta de preferentes en Caja Madrid, de la que fue consejero.

Además, el juzgado de instrucción número 36 de Madrid le investiga por su participación en la quiebra de Seguros Mercurio, mientras que otro juzgado mercantil de Madrid le consideró culpable de la bancarrota de Marsans.

a.
Ahora en portada