El chiringuito de los 300 euros: de seducir a De Niro a enfurecer al turismo

Las críticas a Juan y Andrea invaden las redes sociales mientras ellos se definen "como un restaurante de alto standing". Personalidades VIP's se agrupan en las mesas, pero la gente corriente se queja de "un pésimo servicio, mala comida y precios inflados".

Una factura ha revolucionado las redes sociales las últimas horas. 337 euros por una comida para una pareja en un local situado en la arena de la playa de Ses Illetes (en Formentera). Para algunos una tomadura de pelo, para otros el precio normal para un establecimiento de características Premium: el restaurante Juan y Andrea.

02B se ha puesto en contacto con los propietarios, que no entienden el revuelo causado: «Esto es un restaurante de alto standing, no un chiringuito». «Puedo poner los precios que quiera, esto no es Cuba ni Venezuela, de momento, estamos en un país libre», concluye. Presume de ser uno de los 10 restaurantes más exclusivos de la zona. Sin embargo, en Twitter sí que se definen como «un pequeño chiriniguito que con el tiempo pasó a ser un lugar de moda».

No cuaja entre la gente de a pie

Pese a catalogarse como  un local de calidad, el método no cuaja entre la mayoría de la clientela. Sólo es necesario echar un vistazo a su entrada en Tripadvisor, donde es calificado como pésimo. «Chiringuito de playa con glamour» es lo más suave que se puede leer. «Tomadura de pelo», «un auténtico timo», «atraco a mano armada», «un robo y encima nos vacilan» y «ridículamente caro» son algunas de las lindezas de los usuarios.

Si decepciona a la gente corriente, Juan y Andrea encuentra un filón en los VIP’s. «Mi clientela habitual son futbolistas del Barça o del Madrid», explica. «Hace dos semanas estuvo por aquí Robert de Niro y también hemos tenido en nuestras mesas a gente como Leonardo di Caprio», presumen en el local.

Los precios, visibles

Los propietarios  apuntan que los precios son visibles tanto en las entradas del restaurante como en la carta. No así en la web, donde aparece la oferta con el coste de los platos en blanco. «Tenemos la carta a disposición de los clientes siempre sobre la mesa», explicaba el establecimiento este sábado en las redes sociales.

El único apartado del menú donde puede haber sorpresas es en el pescado, que va según el precio del mercado. «Consulten el coste con el camarero», reza la carta. «Antes advertíamos a los comensales, pero algunos se ofendían, por ello dejamos de hacerlo», contextualizan en el chiringuito.

«Lo que no puedes pretender es ir al Celler de Can Roca y comer por 10 euros como si fuera el bar de la esquina», sentencian desde Juan y Andrea. «El servicio es pésimo, la comida regular y los precios insultantemente inflados», lo hace un cliente.

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