El Gobierno pierde la apuesta con dos años de negociaciones y cambios normativos

El Ejecutivo considera que las últimas exigencias de Adelson fueron una excusa para ir a Asia. El magnate Sheldon Adelson no quería asumir ningún tipo de riesgo en su inversión madrileña.

La máxima se ha cumplido. En los juegos de azar, la banca siempre gana. El magnate Sheldon Adelson no quería asumir ningún tipo de riesgo en su inversión madrileña, por lo que exigió al Gobierno que cubriera las posibles pérdidas del proyecto y, además, pedía garantías para recuperar la inversión en el caso de que ocurriese algún cambio de normativa.

Adelson estaba dispuesto a inyectar dinero en Alcorcón sólo si el gobierno blindaba los 20.000 millones de euros que, según sus cálculos, exigía la construcción del macroproyecto. El Ejecutivo no tiene dudas: las últimas exigencias solo fueron una excusa para desviar las inversiones hacia otro destino, probablemente en Asia.

El magnate calculó la creación de 200.000 puestos de trabajo, unas promesas que se tomó muy en serio el Ejecutivo en cuyo proyecto se asentaban las esperanzas de una pronta recuperación económica en Madrid y en España.
 

 
Se cambiaron las normas urbanísticas y había disposición para modificar la ley antitabaco

 
El Gobierno de Rajoy fue solícito en las peticiones del magnate. Hace apenas un mes se aprobó el marco jurídico urbanístico para poder expropiar terrenos en función de las necesidades del proyecto.

La ministra de Sanidad, Ana Mato, también se apresuró en dejar el terreno preparado para el aterrizaje de Adelson en cuanto al estorbo que suponía le ley antitabaco. “La prioridad para este ministerio y para todo el Gobierno siempre es la salud. Ahora hay un segundo objetivo que es la creación de empleo y creo que se pueden hacer compatibles las dos cosas”, dijo la ministra hace apenas dos semanas.

Consciente de la importancia de la inversión, Mariano Rajoy apartó a la Comunidad de Madrid en las negociaciones. Hace un mes, el interlocutor designado por Rajoy para el proyecto, Jaime García Legaz, se reunió con Adelson para tratar las últimas exigencias.
 

 
Rajoy apartó a la Comunidad de Madrid en las negociaciones por la importancia del proyecto

 
El proyecto había entrado en un punto crítico, como había advertido el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que siempre recordó a Las Vegas Sands que torpedearía el proyecto si llegase a ganar las elecciones. Gómez vaticinó el fracaso de las negociaciones y aseguró que Adelson no vendría a Madrid.

Ahora, Rajoy y el Partido Popular de Madrid, que apostó buena parte de las energías de este mandato para concretar la inversión, deberán encajar el golpe.

El primero en hacerlo, este viernes, ha sido el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre. Tras conocer la negativa de Eurovegas, declaró que las inversiones son buenas en sí mismas, pero dependen de que las condiciones sean «asumibles».

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