El turismo médico en España ‘pasa’ de la crisis rusa

Hay crisis, pero se ha hecho un buen trabajo. Este es el análisis del sector del turismo médico español respecto a la llegada de visitantes rusos. Las cifras son muy similares a las de otros años, pese al batacazo de este mercado en otros segmentos.

Se está capeando la crisis. Los operadores de turismo médico en España ‘pasan’ de la crisis rusa, que en julio –últimos datos disponibles- hundió este segmento en España un 41%. No obstante, las asociaciones de turismo sanitario avisan: han aguantado un mercado que, en algunos destinos españoles, alcanza el 70% de los clientes.

«Las claves son dos. Por un lado, la promoción que se ha hecho en origen. Se ha trabajado bien y se ha posicionado a España. Por otro, la especialización. El país se ha especializado en tratar casos muy complejos como oncología o neurorehabilitación», explica Olga Solovieva, Directora de Operaciones de Barcelona Medical Agency.

Medio plazo

Otra de las profesionales que comparte el diagnóstico es Mónica Figuerola, directora-gerente de Spaincares. «Acabamos de llegar de una feria en Rusia: la impresión es positiva. ¿Hay crisis en Rusia ahora? Sí. Pero las perspectivas a medio y largo plazo son de crecimiento, según los operadores locales», insiste.

Según la directiva, el hundimiento del rublo frente al euro –que ha frustrado las vacaciones de parte de la clase media rusa en España- no tiene porque ser una mala noticia. «España es ahora más cara, pero menos que Alemania, que es una potencia en turismo médico en este mercado», valora.

Mercado emisor clave

Un informe del Ministerio de Turismo con fecha en 2013 cifraba en 70% el porcentaje de turistas rusos por motivos médicos en algunos de los focos de atracción: España, Alicante o Marbella. La crisis en Ucrania, la recesión en Rusia y el hundimiento del rublo, ¿condenan a España? «El país ha trabajado mucho: será uno de los cinco primeros destinos en turismo sanitario en el futuro», vaticina Figuerola.

El único nubarrón en el horizonte son las trabas para obtener visados. «Para obtener un permiso para entrar en la zona Schengen, los viajeros deben ahora dar su huella dactilar en la oficina de expedición en Rusia. Esto puede suponer un freno, y debería ser tomado en cuenta por las autoridades», avisa Solovieva.

a.
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