Formentera confía en el talento vasco para reforzar su oferta hostelera

Esta isla paradisiaca, convertida en uno de los destinos más de moda de Europa, es consciente de que debe elevar la calidad de sus servicios hosteleros. Para ello, está implantando un plan pionero consistente en contratar a trabajadores cualificados de la península –especialmente vascos- para que trasladen sus conocimientos a hoteles, restaurantes o chiringuitos.

Formentera está embarcada en diversos proyectos para no morir de éxito, sobre todo medioambientales y de calidad hostelera. Ahora, su política de contratación de expertos en el sector  se enmarca en una iniciativa de carácter público-privada que ha tenido como plataforma al portal de empleo Turijobs.

110 profesionales vizcaínos

El proceso de reclutamiento de personal especializado se ha centrado en cuatro ciudades -Bilbao, Madrid, Barcelona y Sevilla- y la preselección ha desbordado todas las expectativas. En sólo unas pocas semanas recibieron más de 9.000 solicitudes para los 400 puestos de trabajo estivales que ofrecen.

En primer lugar, los responsables de Turismo de Formentera se acercaron hace unos días a Bilbao para cerrar unos fichajes que se han concretado en 110 profesionales vizcaínos que trabajarán en la isla durante una temporada estival que se va a ampliar de mayo a octubre.

«Este plan pionero ha resuelto un problema de logística a los pequeños empresarios, que por sí solos hubieran tenido más complicado trasladarse a la península para seleccionar a los empleados», ha indicado la consejera de Territorio y Turismo, Alejandra Ferrer. «Soy partidaria de que todos trabajemos en la misma dirección para mejorar la calidad turística y de servicios. Buscábamos profesionales muy preparados y hemos priorizado incluso a matrimonios que deseaban venirse a trabajar a nuestra isla».

Hoteles con encanto en vez de ‘resorts’

Paralelamente, el área de Turismo está aplicando decisiones innovadoras para el desarrollo sostenible, como la potenciación del uso de vehículos eléctricos, la prohibición de la entrada de quads a los parques naturales y el freno a la expansión hotelera.

«En vez de abrirnos a grandes compañías y llenar nuestros 70 kilómetros de costa de inmensos resorts, hemos optado por un crecimiento contenido. Pese a triplicar nuestra población en verano -y pasar de 12.000 habitantes a más de 40.000- nuestros hoteles con encanto están aprovechando estos años de bonanza para ponerse al día y ofrecer servicios de calidad acordes a la categoría de un destino caro», remarca Ferrer.

a.
Ahora en portada