La cacería del Rey en Botsuana costará 30.000 euros por elefante

El precio final del safari dependerá del tipo y de los animales abatidos y de variables como el número de guías o asistentes

Acechar y disparar a elefantes en Botsuana, uno de los países más caros para esta práctica, es una distracción apta para muy pocos bolsillos. Dependiendo del tipo de cacería, la Casa Real –si Juan Carlos no ha sido invitado— pagará más de 30.000 euros siempre y cuando el objetivo haya sido un único elefante, una de las consideradas piezas mayores, como prueban las imágenes difundidas por los organizadores.

El Monarca tiene una asignación directa de los presupuestos de la Familia Real de 292.752 euros al año. Además, Zarzuela trabaja en un plan de austeridad para ahorrar 170.000 euros sobre sus cuentas, cantidad correspondiente al recorte del 2% anunciado en los presupuestos generales del estado.

Pero tanto si los gastos salen del erario público como de un patrocinador, la cifra final del «viaje privado» –según la terminología ofiicial– sigue sumando a esos 30.000 euros otros conceptos dependientes del tipo de expedición y del número de animales abatidos. La factura a liquidar incluirá traslado, alojamientos o guías.

Una vez finalizada la cacería, los organizadores de la expedición calcularán el precio. No es lo mismo cazar un elefante pequeño que uno mayor. Según el tamaño de los colmillos, de su peso y de otras características, la tarifa de las licencias de caza subirán más o menos. Un bufalo cuesta, por ejemplo, 9.500 euros.

Las licencias

El Gobierno de Botsuana autoriza a las empresas locales a organizar cacerías. A su vez, son ellas las que extienden el permiso a sus clientes que se limitan a zonas muy concretas y, según las agencias especializadas, no son difíciles de conseguir. Las mayores limitaciones llegan en forma de cuota, es decir el número de ejemplares que se pueden cazar en función de las poblaciones.

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