La venta de Javier Hidalgo a Matutes, en clave sucesoria

Es el único de los hermanos que se queda sin acciones de Globalia, el grupo que preside su padre

La recomposición accionarial que surge por el desembarco de Abel Matutes en Globalia tiene una deriva en clave sucesoria. El dueño de Fiesta Hoteles y ex ministro de José María Aznar ha comprado la participación de Javier Hidalgo (5,14%) a cambio de 40 millones. La operación implica que el hijo de Juan José Hidalgo, el fundador, será el único de los hermanos sin acciones de la empresa familiar, a la par, primer grupo turístico español.

Hasta la alianza entre los dos gigantes del sector, comunicada este jueves, Juan José mantenía un equilibrio matemático en lo relativo al reparto de poder en Globalia. La presencia en los órganos de gobierno y las funciones ejecutivas se asignaban sin favoritismos apreciables. De hecho, la equidistancia del fundador de Globalia hacia sus descendientes desesperaría a los hermanos, que lucharían, según la rumorología interna de la empresa, entre sí para que su padre les señale como sucesores.

El dato objetivo es que Javier y sus hermanas han hecho gala de una complicidad fraternal en todos los actos públicos a los que han acudido en representación de Globalia.

El reparto familiar

La segunda generación de los Hidalgo controlaba el 15,42% del capital repartido en tres partes iguales, a razón del 5,14% cada una. La llegada de Matutes desequilibra la balanza a favor de María José (directora general de Air Europa) y Cristina (directora de marketing del grupo), al menos en lo relativo a la presencia accionarial. Javier retiene la dirección general del grupo.

Globalia lo remarcaba en el primer párrafo de la nota que confirmaba la operación avanzada por Expansión y 02B. El poder lo sigue nuclearizando la saga empresarial salmantina. Entre todos sus miembros poseen un 77% de las acciones que se traducen en una proporción idéntica en lo relativo al peso político. Juan José tiene el 53%, su mujer Eloisa, el 5%; su hermano Antonio, el 9,10% y cada una de sus dos hijas, el 5,14% mencionado.

‘La niña de los ojos’

La niña de los ojos de Juan José es Air Europa. Es la que más alegrías y disgustos le da. Y no lo disimula. En una de sus comparecencias más comentadas, en el foro de la Nueva Economía –al que fue invitado para dar una conferencia sobre su actividad como empresario—, dedicó más de 40 minutos a la aerolínea. El resto de unidades, que merecieron halagos, le ocuparon apenas diez. Las protestas más sonadas las han motivado sus constantes peticiones para que le den acceso a la terminal 4 de Madrid-Barajas.

Air Europa es el negociado de María José. Bajo su dirección, la división de Globalia ha logrado mantenerse como la única aerolínea de capital mayoritariamente español. Se ha posicionado en el mundo de la mano de SkyTeam, ha superado huelgas de pilotos y está en la senda de remontar pérdidas. Se dispone a sustituir a Iberia en aquellas plazas de donde “la aerolínea madre”—como Hidalgo cita a la empresa dirigida por Luis Gallego— retire sus aviones. Matutes ha entrado en Globalia por Air Europa.

El gesto de Javier

La salida de Javier del accionariado no le hace perder, sin embargo, números como futuro presidente del conglomerado. De hecho, podría salir reforzado. El hijo de Hidalgo, polémico en el ámbito social, habría facilitado la entrada de Matutes, un socio clave en el actual momento económico del grupo. Según fuentes próximas a la operación, ha cedido sus acciones asumiendo un impacto negativo en las finanzas personales. El gesto, probablemente, no caerá en saco roto. Air Europa gana músculo financiero gracias a la decisión.

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