Mas entierra el BCN World
El principio de acuerdo entre la CUP y Junts pel Sí deja en suspenso el proyecto. El complejo ya estaba rodeado de incertidumbre tras la retirada paulatina de inversores en los últimos meses y la falta de noticias a su alrededor.
Golpe definitivo al complejo BCN World. El macroproyecto turÃstico ubicado entre Salou y Vilaseca ha sido una de las cesiones de Artur Mas a la CUP para lograr un acuerdo de investidura. La obra, que ya daba sus últimos coletazos debido a la retirada paulatina de inversores recibe un mazazo al quedar suspendido el Plan Director UrbanÃstico (PDU) que iba a regularla. La alternativa catalana a Eurovegas queda ya muy lejos de ser una realidad.
La parálisis durará hasta que Junts pel Sà y la formación antisistema no lleguen a un acuerdo en la cuestión. Algo improbable, pues una de las exigencias del partido de extrema izquierda era detener el proyecto. El pacto para hacer a Mas presidente todavÃa no es una realidad, pese al acuerdo entre los grupos, y se someterá a votación en la asamblea de la CUP el próximo 27 de diciembre en Girona.
Ya tenÃa los dÃas contados
Pese a que no habÃa habido comunicación oficial, muchas voces alrededor del proyecto ya dudaban de su viabilidad. Desde el anuncio, los seis casinos resorts se quedaron rápidamente en tres e inversores como Veremonte, el impulsor inicial junto con la Generalitat, retiraron su apoyo al complejo.Â
En el mes de mayo, el constructor valenciano se retiró de BCN World. Un paso que ya inició en diciembre de 2014, cuando de las 500 hectáreas que tenÃa asignadas pasó a requerir sólo 150. Desde entonces, sólo Hard Rock, Melco y el Grupo Peralada mantenÃan sus propuestas iniciales. De hecho, todavÃa no se abierto ni siquiera el concurso de adjudicación de licencias.
Barcelona exigió un cambio de nombre
Además de las entidades vecinales y a favor del medio ambiente, el ayuntamiento de Barcelona se ha sumado a las voces crÃticas contra el gobierno catalán. Este lunes ha aprobado una propuesta de ERC para instar al Govern a no utilizar la marca BCN. El presidente del grupo republicano, Alfred Bosch, ha justificado la exigencia: «Es una actividad claramente vinculada al juego y las apuestas, que no queremos que sean valores que definan la ciudad».
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