¿Quién hace negocio con la salida de Adelson?

Como compensación a la ahora frustrada llegada de Eurovegas, Esperanza Aguirre modificó la ley madrileña del juego para permitir la ubicación de casinos en el centro de la ciudad

El adiós de Sheldon Adelson a España beneficia a sus potenciales competidores en el sector de juego en Madrid, que ya no verán cómo se levanta la amenaza que para ellos suponía el macrocomplejo de Eurovegas. En concreto, dos empresas parecen, incluso, haber sacado réditos de todo el proceso que envolvió la ahora frustrada llegada del magnate americano. Los dueños de los casinos de Torrelodones y Aranjuez.

El pasado año, Esperanza Aguirre, que aún gobernaba la Comunidad de Madrid introdujo una serie de modificaciones en la Ley de Juego autonómica para permitir abrir una sucursal dentro de la ciudad a los dos casinos autorizados que, hasta el momento, tiene la región. El Casino Gran Madrid y el Gran Casino de Aranjuez, propiedad este último de uno de los gigantes del juego gallego: el grupo Comar, del empresario José Collazo Mato. 

 
Los casinos de Torrelodones y Aranjuez abrirán sucursales en el centro de Madrid

 

Hasta 2012, por ley, estos establecimientos tenían que estar, como mínimo a 29 kilómetros de distancia de Madrid capital. Sin embargo, gracias al cambio de normativa, los casinos no sólo permanecerán en sus ubicaciones actuales, sino que, en breve, procederán a la apertura de sus nuevas sucursales en pleno centro de la capital española. El Casino de Aranjuez ha encontrado su nueva ubicación en Gran Vía, mientras que el de Torrelodones lo ha hecho en Paseo de Recoletos. Ambos prevén aperturas inminentes.

La modificación en la normativa regional se acometió precisamente en el tiempo en el que el Ejecutivo de Aguirre negociaba con Adelson, por lo que muchos interpretaron el movimiento legislativo como una suerte de “compensación” para las empresas que se verían afectadas por la llegada del americano.

Ahora, sin Adelson, tanto Comar, como Casino Gran Madrid han ganado un enclave inmejorable, según manifestaron en varios ocasiones representantes de la plantilla de ambos establecimientos.

Además, las nuevas aperturas generarán empleo. Sin ir más lejos, el pasado febrero Comar convocó un proceso de selección de 200 personas que recibieron durante meses cursos para desempeñar trabajos tales como croupieres.

a.
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