Uno de cada cuatro hoteles y restaurantes de Bruselas está al borde de la quiebra

Las consecuencias finales de los atentados del 22 de marzo en Bruselas todavía no se pueden medir al detalle, pero el impacto en el turismo parece haber sido letal. Las nuevas cifras aportadas por el sector muestran la repercusión de los ataques: cerca de la cuarta parte de los 12.000 hoteles, cafés y restaurantes de Bruselas (2.577) está al borde de la quiebra.

Asimismo, los museos y atracciones de la región han registrado un descenso del 21,4 % de visitantes respecto a 2015. Y hasta la súper-turística ciudad de Brujas registra un 15% menos de visitantes que el año pasado.

Pésima imagen

El gobierno se ha dirigido recientemente a sus embajadas en el extranjero para conocer la percepción del país en la opinión pública y las respuestas han sido desalentadoras. Los medios de comunicación europeos siguen hablando principalmente del ‘amateurismo’ belga, las disfunciones, las estructuras alambicadas, la mala coordinación, un estado fallido…

Y lo peor: inciden en que es una tierra muy fértil a la hora de alimentar al extremismo, sobre todo al yihadismo. Por ser justos, el análisis también aporta algún detalle positivo, como «la serenidad con la que el gobierno y la población reaccionaron» o «la profesionalidad de los equipos belgas de intervención y seguridad».

4 millones para levantar cabeza

Frente a esta situación, el gobierno federal ha decidido invertir 4 millones de euros en una campaña de lavado de imagen, dirigida a los medios internacionales, turistas, viajeros de negocios e inversores. Todavía sin concretar, se piensa que estará especialmente presente en los principales acontecimientos deportivos y culturales a nivel internacional.

Además, el gobierno federal ha elegido al mejor relaciones públicas que podía. El primer ministro Charles Michel ha aceptado dedicar buena parte de su tiempo a esta ‘operación de seducción’.

Los hoteles, los más perjudicados

 «En los días siguientes a los atentados de marzo, las pernoctaciones en los hoteles descendieron más del 50%. Ahora, dos meses después, los datos no son tan malos pero siguen siendo dramáticos. Esta ausencia de turistas se nota sobre todo durante los fines de semana, es decir, en el turismo de ocio«, afirma Rodolphe Van Weyenbergh, secretario general de la Brussels Hotels Association (BHA). «Hay que tener en cuenta, además, que la hostelería belga lleva años siendo una de las menos rentables de Europa».

Por este motivo, la asociación ha solicitado una evaluación urgente de las medidas decididas por el gobierno federal, así como nuevas medidas estatales –por ejemplo, la exoneración temporal de impuestos para las empresas del sector- y privadas –como la reciente ‘operación pijama‘-. Pero insiste en que «la situación es tan alarmante que las acciones simbólicas ya no bastan».

Ahora, 66 millones más

Por tanto, ha sido el propio ministro belga de Finanzas, Presupuesto y Relaciones Exteriores, Guy Vanhengel, quien ha anunciado una inversión de 66 millones de euros para relanzar el turismo y la economía en la región (incluyendo los 4 millones de euros del lavado de imagen de la ciudad).

Una de las mayores partidas de este presupuesto se va a dedicar a securizar la ciudad con más de 300 agentes de seguridad y policía; especialmente, el Servicio Municipal de Transportes de Bruselas, y con mayor atención a las estaciones de metro.

Asimismo, aparte de la exención temporal de la City Tax para ayudar a los sectores más fragilizados, se van a poner en marcha una garantía a los créditos de tesorería para facilitar la concesión de préstamos a los emprendedores y un organismo de acompañamiento –formado por un pool de expertos- para ayudar directamente a las empresas en dificultad.

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