Avatar: un agente virtual detecta las mentiras de los viajeros

Una nueva aplicación de inteligencia artificial analiza las emociones de los viajeros cuando pasan por el control de pasaportes y detecta sus mentiras

Los aeropuertos están cambiando a velocidad de vértigo. Desde los que se diseñan íntegramente adaptados a las nuevas tecnologías hasta los que introducen avances en biometría para mejorar o agilizar sus servicios, no es extraño encontrar una novedad cada vez que tomamos un vuelo. La última apunta a sustituir agentes de aduanas por máquinas capaces de hacer preguntas y analizar expresiones faciales para determinar la sinceridad de los viajeros.

Avatar es el nombre de esta herramienta diseñada por la start up Discern Science International que, a modo de detector de mentiras de última generación, emplea la inteligencia artificial para sustituir a los agentes humanos en trámites relacionados con la seguridad en los aeropuertos.

Bautizada como Avatar, la máquina servirá para hacer más eficientes los controles de seguridad e identificar a las personas con intenciones peligrosas o ilegales

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Análisis de microexpresiones

Según avanzó Financial Times, la máquina, que ya se ha probado en servicios de fronteras y aeropuertos, serviría como guardia virtual capaz de hacer más eficientes los controles así como identificar a las personas con intenciones peligrosas o ilegales.

Sin embargo, su desarrollo no está exento de polémica, especialmente en relación a la capacidad de un algoritmo para medir con precisión emociones que puedan ser confundidas con mentiras, como ansiedad o confusión.

Así Avatar – Agente Virtual Automatizado para Evaluar la Verdad en Tiempo Real por sus siglas en inglés-, formula a los viajeros diferentes preguntas y graba sus respuestas analizando tanto la información como las expresiones faciales y el tono de voz buscando “señales de engaño” como pequeños gestos involuntarios que podrían delatar intentos de engaño.

La máquina formula preguntas y analiza tanto las respuestas como las expresiones faciales y el tono de voz del viajero 

Con esos datos, la máquina juzga la sinceridad del pasajero y le asigna un color que puede ser verde, amarillo o rojo. Solo los clasificados como verdes pueden continuar su viaje, mientras que los catalogados como amarillos o rojos deben pasar por un interrogatorio con un agente humano.

Tecnología al servicio de los viajes

Avatar, que presenta un rostro en una pantalla para relacionarse con los viajeros, podría estar en el mercado en seis meses, según Discern Science International.

Fundada en 2018 por investigadores de la Universidad de Arizona, la compañía busca aplicaciones para rentabilizar las últimas tecnologías desarrolladas y en este proyecto cuenta con un “socio de la industria de la aviación” que ya está probando los prototipos.

Una vez concluyan las últimas pruebas dará comienzo la comercialización a las entidades aeroportuarias que cada vez muestran un mayor interés en métodos basados en tecnologías conductuales.

Según sus creadores, el éxito de Avatar radica en que es capaz de analizar tanto las expresiones conscientes como las inconscientes 

¿Son fiables las máquinas?

La precisión de Avatar está entre el 80 y el 85%, señalan desde la compañía y «supera con creces la precisión media de los humanos”, que no pasaría del 54%, a su juicio.

Para los creadores de Avatar, su fuerte está en la capacidad de analizar microexpresiones inconscientes: “Nosotros, como humanos, podemos ser capaces de controlar algunas de nuestras señales, pero no todas; por eso el algoritmo funciona”.

Sin embargo, diferentes voces han plantado dudas sobre la fiabilidad de este tipo de detectores de mentiras basados en la inteligencia artificial y su capacidad de identificar el engaño y, más allá, la intención.

En este sentido, hace pocos días, recuerda el Financial Times, un detector de mentiras similar falló estrepitosamente en una prueba con un periodista de The Intercept al juzgar como mentiras una cuarta parte de sus respuestas totalmente sinceras.

El acento, tal y como sucedía en los antiguos polígrafos, se pone en los falsos positivos ya que la máquina puede registrar como sospechosa una microexpresión de confusión, dolor o ansiedad.

Los falsos positivos son el principal hándicap de este tipo de tecnologías

También puede recoger una expresión inconsciente como mentira sin calibrar qué razones hay tras ese comportamiento.

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Normas internacionales

Queda también por ver si Avatar se ajustará a los reglamentos internacionales que afectan a la seguridad en los aeropuertos.

En los últimos años, la máquina se probó con éxito en la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), el aeropuerto de Bucarest (Rumanía) y un puerto estadounidense fronterizo en Nogales (Arizona).

Sin embargo, la CBSA sólo probó Avatar en un laboratorio y, de momento, no tiene planes de ir más allá, como tampoco las autoridades de Nogales.

Otras compañías, como la empresa de análisis de las emociones Neurodata Lab explicó que bancos y centrales de llamadas utilizaban sus servicios de análisis conductual para detectar el fraude en un avance en el uso del reconocimiento de las emociones y el análisis conductual aplicado a la seguridad.

Incluso estas empresas recomiendan avanzar con precaución en este campo en el que las herramientas serán cada vez “más fiables” aunque su aplicación debería focalizarse en procedimientos muy concretos: “No podemos hablar de una tecnología universal que, como una varita mágica, reconozca una mentira en todas sus manifestaciones”, señalaron.

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