Burbujas y corredores sanitarios: el futuro inesperado del turismo

Entre las ideas para normalizar el turismo se plantean crear zonas seguras y corredores sanitarios que permitan la movilidad de personas y vehículos

Gobiernos, hoteles, aerolíneas y turoperadores miran al almanaque para saber cuándo se podrá recuperar, al menos, una parte de la actividad turística afectada por el coronavirus. Entre las ideas para revitalizar el sector se plantea la creación de corredores seguros entre destinos, que se presentan como burbujas turísticas y zonas verdes.

A grandes rasgos se trata de que los países o regiones con baja o nula presencia del coronavirus puedan mantener un intercambio de personas y vehículos, donde unos puedan emitir turistas y otros retomar la función receptiva.

La complicidad necesaria

Esta idea no se puede dar entre dos países cualquiera: se necesita “que haya mucha complicidad” cultural, económica e histórica entre ellos, precisa Jordi Ficapal, director de Innovación de la Facultad de Turismo Sant Ignasi, de la Universitat Ramon Llull

Un ejemplo es lo que se plantea entre Australia y Nueva Zelanda, que están conversando sobre crear una zona de libre circulación llamada ‘burbuja Trans-Tasmania’, en referencia al nombre del mar que divide a ambas naciones.

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“Si hay un país con quien nos volveremos a conectar en una primera instancia, sin dudas será Nueva Zelanda”, dio el primer ministro aussie Scott Morrison al Sydney Morning Herald.

Australia y Nueva Zelanda negocian establecer una 'burbuja turística' para promover el turismo seguro entre ellos. Foto: Wikiarquitectura

Australia y Nueva Zelanda negocian establecer una ‘burbuja turística’ para promover el turismo seguro entre ellos. Foto: Wikiarquitectura

Un punto a favor de que ambas naciones decidan levantar las restricciones entre sí (mientras se mantiene la barrera baja a la llegada de vuelos y barcos de otros países) es que entre ambas hay un intenso intercambio turístico, con 2,6 millones de personas que viajaron entre uno y otro estado el año pasado.

Australia y Nueva Zelanda negocian establecer una ‘burbuja turística’ para recuperar el turismo. A favor tiene el sólido intercambio de personas y vehículos entre ambas naciones

También se podrían sumar otros estados insulares de Oceanía como Samoa, Nauru o la Micronesa, que gracias a su situación de relativo aislamiento geográfico han tenidos pocos o ningún caso de coronavirus.

Ideas en Europa central

En la República Checa, el ministro de Asuntos Exteriores Tomas Petricek dijo que realizarán campañas para atraer a turistas de las vecinas Eslovaquia y Austria para que viajen en julio, y de otros países cercanos para agosto, informa The Telegraph.

El castillo de Praga domina todas las vistas de la ciudad. Foto: Pixabay.

La República Checa busca atraer a turistas de países vecinos. Foto: Pixabay.

En Croacia se contempla una idea similar. El ministro de turismo Gari Cappelli precisó que tienen planes de establecer un corredor para recibir a viajeros de Alemania, Chequia y Austria en los resorts croatas del Adriático.

Zonas verdes y rojas

En España hay académicos que proponen planes similares. Los profesores de Esade Miquel Oliu-Barton y Barry Pradelski sugieren crear ‘zonas verdes’ a lo largo de Europa para “salvar el turismo”.

Estas serían áreas geográficas de la UE donde el coronavirus haya tenido un menor impacto, frente a las ‘rojas’ con un mayor número de casos.

Dos académicos de Esade proponen que el intercambio de turistas se genere entre zonas verdes de Europa, regiones con poca incidencia del coronavirus

A medida que las actividades económicas se vayan normalizando, se podría “permitir la movilidad de personas entre zonas verdes de diferentes países europeos”. Con esta medida, argumentan, se podría “salvar la temporada turística de verano en el sur de Europa”.

De Alemania a Mallorca

Un ejemplo puede darse entre el estado alemán de Bavaria y la isla de Mallorca. Si ambos son considerados destinos seguros por la Unión Europea, contarían con la etiqueta ‘verde’.

Catedral de Palma de Mallorca, uno de los puntos más visitados de la capital balear. Foto: Pxhere

Si Mallorca fuera una ‘zona verde’, podria atraer a turistas de otras regiones similares. Foto: Pxhere

“Se podría viajar entre estas dos zonas verdes con la misma garantía que entre dos zonas verdes de un mismo país”, precisa el estudio de Oliu-Barton y Pradelski.

La clave del transporte

En Europa central la idea de una burbuja sanitaria tiene a favor la movilidad por medio de transporte privado, indica Ficapal.

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En el caso de las islas Baleares y Canarias, tradicionales receptoras de turismo británico y alemán, no tienen más alternativa que confiar en la normalización de la industria aeronáutica, “que será el principal nudo a resolver”.

Además de poco sirve ser una ‘zona verde’ si los pasajeros tienen que hacer conexiones en aeropuerto situados en ‘zonas rojas’.

El corredor hacia Francia

En este sentido, sugiere este académico, una jugada inteligente por parte de Cataluña y el País Vasco sería establecer corredores para captar turistas franceses, el tercer mercado emisor para España.

Una imagen de Cadaqués, en la Costa Brava.

Cataluña podría buscar a turistas que lleguen por un ‘corredor’ francés.

Eso sí: para seducir a viajeros de otras latitudes se necesitará recuperar la confianza, y para ello, es vital contar con la certificación de algún organismo de la Unión Europea o de una auditoría de suficiente prestigio en el continente. Sino, todo esfuerzo sería en vano

Para Ficapal “el concepto de fondo es que en el mercado de verano no habrá turistas para todos”, donde esta alternativa de corredores o burbujas “es un juego de suma cero”. O sea, lo que recupera un país será en detrimento de otro.

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