Cómo el arte fue clave en la conquista soviética del espacio

Un libro revela cómo la URSS recurrió a ilustradores y diseñadores en su carrera espacial contra EEUU, con anuncios y diseños que derrochan creatividad

A lo largo del siglo XX, y sobre todo en los años de la Guerra Fría, la Unión Soviética usó la carrera espacial como una herramienta de propaganda, sirvió como motivación para un país nacido de privaciones y guerras civiles a pensar que ‘el paraíso de los trabajadores’ podía conquistar las estrellas.

Antes de la revolución bolchevique en Rusia circulaban revistas de ciencia y tecnología, como Vestnik Znaninya (Heraldo del conocimiento) o Nauka i Zhizn (ciencia y vida), que tenían un relativo éxito popular, y que fue aprovechado por los soviéticos para adoctrinar sobre lo imperativo que era ser líderes en la tecnología de vanguardia.

Libro phaidon

Libro Soviet Space Graphics, de editorial Phaidon.

El arte al servicio de la ciencia

Para lograrlo, las publicaciones así como los órganos de gobierno y las entidades científicas reclutaron a legiones de ilustradores, redactores y asesores que produzcan publicaciones que acerquen la ciencia a la población.

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Esta evolución se ve en el libro Soviet Space Graphics, publicado por la editorial Phaidon, una fascinante obra con 267 portadas e ilustraciones que muestran cómo el pueblo soviético percibía la carrera espacial, de qué manera la ciencia ficción se apoderaba de la imaginación popular y cómo el Kremlin aprovechó los avances tecnológicos para dar una imagen de modernidad al país y considerar a sus astronautas y científicos como héroes nacionales.

Los cosmonautas eran representados como héroes, como en la revista Tecnología para la Juventud. Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

Los cosmonautas eran representados como héroes, como en la revista Tecnología para la Juventud. Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

Para amantes de la ciencia y el arte

Escrito por Alexandra Sankova en colaboración con el Museo de Diseño de Moscú, es una obra no solo para los interesados por la historia de la conquista espacial, sino también por los apasionados por el arte y el diseño gráfico.

Las ilustraciones de las revistas científicas y de divulgación fueron vitales para que el pueblo soviético apoye a la carrera espacial de la URSS contra EEUU

Porque este libro es una invitación a correr el Telón de Acero y descubrir cómo el arte del realismo soviético de la primera mitad del siglo XX, así como la llegada de influencias avant-garde y de otras corrientes artísticas moldeaban las ilustraciones de los libros y las revistas científicas.

 Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

En algunos casos los ilustradores daban rienda suelta a su imaginación. Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

De la realidad a la fantasía

La obra se divide en cuatro capítulos. Exploración espacial presenta los logros de la URSS para conquistar el espacio, con el lanzamiento de satélites, cohetes y cápsulas como la que llevó a la perra Laika fuera del planeta; con precisas infografías de cómo despega un cohete hasta el funcionamiento de un satélite.

En Pioneros cósmicos se muestra como Yuri Gagarin (el primer humano que orbitó la Tierra), Valentina Tereshkova (primera mujer astronauta) y Alexei Leonov (primera persona que salió de una cápsula al espacio exterior) fueron elevados a la categoría de héroes, un panteón compartido por científicos, técnicos y, por supuesto, militares a cargo del programa espacial.

Portada de Conocimiento es Poder con las 'perras espaciales' Belka y Strelka. Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

Portada de Conocimiento es Poder con las ‘perras espaciales’ Belka y Strelka. Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

El futuro en clave soviética

Los capítulos siguientes son una delicia para ver cómo el arte soviético se encargaba de dar forma a las fantasías sobre la carrera hacia las estrellas.

En Visiones futuras se enseña pensaban cómo sería el mañana, con ciudades con rascacielos kilométricos e infraestructuras acuáticas entre metrópolis, mientras que Mundos alternativos oscila entre el rigor científico y la fantasía surrealista, con colonias espaciales, estaciones orbitales dotadas de todas las comodidades, y naves con la hoz y el martillo aterrizando en otros planetas.

Los ilustradores creaban gigantescas naves con la hoz y el martillo conquistando nuevos planetas

El mundo está muy lejos de ser como soñaban los científicos y jerarcas rusos. Nadie volvió a la Luna hace décadas, pero la conquista del universo nunca ha dejado de estar presente en la imaginación popular, aunque ahora parece que el futuro de la carrera espacial pasa por los turistas que quieren pasar una semana en una estación orbital.

Revista Radio, que ilustraba los satélites para la TV del futuro. Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

Revista Radio, que ilustraba los satélites para la TV del futuro. Foto: Museo de Diseño de Moscú-Editorial Phaidón

 

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