¿Cómo sería Instagram si Degas o Picasso hubieran vivido el siglo XXI?

El Museo de Orsay de París contrata a un ilustrador para que imagine como hubieran sido los posts en las redes sociales de los artistas más famosos

Instagram es una de las herramientas más poderosas de museos y artistas para promocionarse, pero ninguno se había animado a ponerse en la piel de los talentos más famosos de los últimos 200 años como el Museo de Orsay.

Esta famosa pinacoteca de París, especializada en las artes plásticas del siglo XIX, es la primera que contrata a un ‘artista residente de Instagram’. Y el elegido es el ilustrador Jean-Philippe Delhomme, reconocido por sus trabajos en publicaciones como The New Yorker, Vanity Fair o Vogue.

Cada lunes un nuevo post

Cada lunes en el Instagram del Museo de Orsay se verá una creación de Delhomme. El debut fue la semana pasada con un post donde se presenta a Joris-Karl Huysmans, en un retrato ficticio pintado por el artista Jean-Louis Forain en 1878.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

/ En 2020, le musée d’Orsay accueille pour la première fois, avec @jeanphilippedelhomme, un artiste en résidence sur son compte Instagram, pour un rendez-vous hebdomadaire mettant en images la vie du musée et les artistes de sa collection. La série s’ouvre avec Huysmans ! / In 2020, the Musée d’Orsay welcomes, with @jeanphilippedelhomme, its first Instagram artist in residence for a weekly encounter with the life of the museum and its artists. Let’s start with Huysmans! / ✠jk_Huysmans : Merci JL.Forain pour mon portrait. gervex : Pas de critique méchante cette fois-ci ? . jk_Huysmans: Thank you JL.Forain for my portrait. gervex: No mean criticism this time? . #jeanphilippedelhomme #joriskarlhuysmans #Huysmans #exposition #exhibition #litterature #ecrivain #literature #writer #museedorsay #museeorsay #orsaymuseum

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“Gracias @JL.Forain por el retrato”, dice el post en el que un tal @degas (¿será Edgar Degas?) aporta un ‘me gusta’, junto a otras 13 personas.

Delhomme sorprendió al mundo del arte con su libro Artists’ Instagrams, donde imaginaba los posts ficticios de los grandes creadores de los siglos XIX y XX

La aparición de Huysmans tiene que ver con que el Museo de Orsay organiza estas semanas una muestra sobre este ensayista y crítico de arte, reconocido por ser uno de los descubridores de arte avanzado de principios del siglo XX.

Ponerse en la piel del artista

La estrategia del museo es “acercar cómo serían las actitudes de los artistas de la segunda mitad del siglo XIX con las interacciones actuales” de las redes sociales, indica en un comunicado.

[Para leer más: Arte bajo los pies: así son los suelos que triunfan en Instagram]

No será solo poner un retrato y un par de likes ficticios: el trabajo de Delhomme se expande a imaginar cómo compartirían sus ideas, miedos, críticas y debates entre sus pares y mirando a la actualidad.

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Henri Matisse protesta por la censura en EEUU. Foto: Jean-Philippe Delhomme.

La vida del arte según Instagram

Delhomme no fue elegido por casualidad: este creador francés publicó el año pasado el libro Artists’ Instagrams, en los que imagina cómo hubiera sido la vida de los pintores más famosos de haber tenido acceso a esta red social.

En los posts ficticios, se ve a Paul Gauguin subiendo fotos de mujeres de la Polinesia como si estuviera presumiendo de ligues en sus vacaciones

En sus dibujos, de trazo minimalista, se ve a Piet Mondrian pintando una cocina comprada en Ikea, a Pablo Picasso colaborando con una marca de coches y polemizando con el cubista Georges Braque sobre quién tienen más seguidores; y a Paul Gauguin presumiendo de visitar lugares exóticos con imágenes de mujeres de la Polinesia desnudas.

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Piet Mondrian pinta su nueva cocina comprada en Ikea. Foto: Jean-Philippe Delhomme.

En un post, Van Gogh comenta que “una mujer loca de Francia” le vaticina que sus obras se verán en las bolsas de las compras y que se venderán por millones”, lo que desata las risas de sus colegas; mientras que Matisse protesta que sus desnudos no se venderán en EEUU si los pezones de mujeres son demasiado evidentes.

Más allá del toque irónico, el valor de la obra de Delhomme es poner las ideas de los artistas de pasado en un contexto del presente, lo que también permite explorar la historia del arte por canales nuevos.

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