El alemán tiene la palabra que describe cómo te sientes (y es esta)

Los creadores de 'wanderlust' tienen también un término, prácticamente intraducible, para expresar dolor por el deseo de viajar y no poder hacerlo

Hace pocos años que la manejamos con soltura, pero parece haber estado siempre ahí. Procedente del alemán, wanderlust, traducida pasión por los viajes o impulso viajero, nos conquistó como filosofía de vida. Ahora, en medio del confinamiento, volvemos a este idioma para verbalizar cómo nos sentimos.

¿Sabes esa inquietud por estar encerrados? Es un vacío, una ansiedad, un deseo de planear, de salir, de ver el mundo. Un sentimiento que hace daño, un anhelo que genera una verdadera desesperación. Ese dolor por viajar podría tener un nombre, y es fernweh.

El país que inventó el ‘wanderlust’ tiene también una palabra para este anhelo de viajar y no poder hacerlo que casi duele

Del ‘wanderlust’ al ‘fernweh’

Como idioma lógico que es el germano, wanderlust viene de los términos wandern, deambular, y lust, pasión. De algún modo está en nosotros, aunque no sepamos de dónde venga, y puede asaltarnos desde siempre o en un momento concreto de la vida.

Lo que es cierto es que muchos lo comparten (y si no, basta con echar un vistazo al hashtag en Instagram, ahora mismo cuenta con la cifra de 115,4 millones de imágenes etiquetadas.

Wanderlust. Foto: Joshua Earle | Unsplash.

¿Wanderlust o fernweh? Foto: Joshua Earle | Unsplash.

Igual de lógico en su construcción es el término que explica nuestro estado de ánimo actual, fernweh, que “viene de fern, traducido por lejos, en la distancia, y weh, doloroso y que, aunque intraducible, vendría a significar nostalgia o añoranza por viajar”, explica la profesora de alemán Paula Martín.

En este sentido, y para entenderlo “tenemos también la palabra heimweh, con la raíz heim, casa, que vendría a ser nostalgia del hogar o, directamente, morriña”, añade.

Deseo de viajar cuando no puedes hacerlo, corrobora el equipo de la Oficina Nacional Alemana de Turismo. En Instagram encontramos la nada desdeñable cifra de 1,97 millones de publicaciones con el hashtag #fernweh.

‘Fernweh’

Sin embargo, hay que atender a los matices. Si lo consultamos en cualquier diccionario online la traducción inmediata de fernweh es wanderlust, deseo de viajar. Una traducción muy descafeinada y que no tiene en cuenta que, además de la pasión que lo motiva, este anhelo conlleva dolor, el de no ver satisfecho su deseo.

El término fernweh se hizo fuerte en el movimiento romántico alemán del siglo XIX donde, tal vez llevados por el amor hacia la naturaleza, surgió un potente interés por explorar los bosques y paisajes de Europa Central. Lo encontramos en textos de Hermann von Pückler-Muskau, un noble, explorador y aventurero alemán conocido como excelente paisajista, además de autor de varios libros sobre viajes por Europa y el norte de África.

También Wilhelm Meister, aprendiz de Goethe. La propia vida de este último refleja también esta pulsión de viajar, no solo en el espacio, sino también como forma para dejar atrás las limitaciones de una vida y una sociedad tan ordenadas como la alemana y disfrutar de otra más libre.

Querer viajar hasta el punto de doler, esto es fernweh. Foto Juliana Malta Unsplash

Querer viajar hasta el punto de doler, esto es fernweh. Foto: Juliana Malta | Unsplash.

Mucho más actual, Nabokov explicó la idea de fernweh en su novela Mashenka, cuando define un sentimiento que es de “nostalgia a la inversa, el anhelo de otra tierra extraña”.

Y mientras wanderlust vendría a ser el deseo de marcharse para una aventura, fernweh implica un punto donde el propio hogar se vuelve sofocante y emerge con fuerza ampliar nuestro horizonte, explorar.

Hoy, con unas restricciones a la movilidad que para algunos empiezan a pesar, el fernweh es un dolor que muchos de nosotros hemos sentido estos días, especialmente desde que empezó el confinamiento y aunque seamos firmes defensores y prácticamentes del #YoMeQuedoenCasa. Quizás hasta ahora no teníamos una palabra para describirlo. Ya sí.

 

a.
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