Es tu turno de poner a un hombre en la Luna

El centro de Houston que controló la llegada del primer astronauta a la Luna reabre sus puertas como museo

A punto de cumplirse el 50 aniversario del primer paso de Neil Armstrong en la Luna -“pequeño paso para un hombre pero gran salto para la humanidad”-, la NASA reabre la sala de control de la misión Apollo, encargada de llevar a los astronautas hasta el satélite.

Restaurada totalmente como una pieza de museo, todos los objetos y ordenadores parecen intactos, como si los ingenieros estuvieran a punto de volver a ocupar sus puestos como en aquella complejísima misión que logró el aterrizaje lunar del Apollo 11 aquel 21 de julio de 1969.

La restauración persigue recrear el momento histórico concreto en el que Neil Armstron puso un pie en la Luna

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Tres años y 5 millones de dólares

La sala ya funcionó antes como museo si bien, según el director de vuelo del proyecto Apolo, Gene Kranz, “no era representativo de la importancia histórica de la misión”.

 

El pasado viernes, el propio Kranz y Jim Bridenstine, actual administrador de la NASA, cortaron la cinta que significaba la reapertura oficial del Centro de Control de la Misión Apolo, tras una renovación de tres años y cinco millones de dólares (4,4 millones de euros).

Sirve también de pistoletazo de salida de la conmemoración del 50 aniversario de la misión lunar, que se celebrará con diferentes actos en todo el país.

Tú también puedes poner un hombre en la Luna

En activo entre 1965 y 1992 (todas las operaciones se trasladaron a otro centro del control más moderno del edificio, el Centro Espacial Johnson, en Houston), la sala permite observar, hacer fotografías e, incluso apretar algunos botones de los ordenadores que se utilizaron para misiones clave de los programas Gemini, Apollo, Apollo/Soyuz, Skylab y Space Shuttle.

Al restaurar el Centro de Control de la misión Apollo, la NASA preserva la historia de un notable logro en los viajes espaciales tripulados

Un lugar desde el que se vivieron grandes logros en la carrera espacial, aunque también varios fracasos e, incluso tragedias.

En 1985 fue catalogado como Monumento Histórico Nacional y, aunque cerrado tras la misión STS-53 del transbordador espacial Discovery, el Centro de Control se mantuvo abierto para visitas ocasionales.

Centro de Control Misón Apollo, Houston. Foto NASA.
Centro de Control Misón Apollo, Houston. Foto NASA.

En 2018 fue rebautizado como Christopher C. Kraft Jr, en honor al director de vuelos. Ya antes se había iniciado el proyecto de restauración, para el que se necesitaron varios millones de dólares, pero también una investigación con antiguos trabajadores y responsables del Centro de Control.

Recrear un momento histórico

Parte de la dificultad estaba en el objetivo, que no era solo recrear un lugar físico, sino un momento exacto: el de Neil Armstrong pisando la superficie de la Luna.

Se realizaron numerosas entrevistas con ingenieros presentes en aquellos históricos momentos para recrear de forma fiel el ambiente, además de la información e imágenes en pantalla o las conversaciones entre ellos

Dividido en tres zonas: la Sala de Control de Operaciones, donde se ubican las icónicas consolas y pantallas; la Sala de Visitantes, donde los familiares de los astronautas podían ver lo que estaba sucediendo en tiempo real; y la Sala de Simulación, donde se llevaban a cabo pruebas y se resolvían los posibles problemas.

Con una imaginería totalmente estadounidense, las salas cuenta con aparatos originales que han sido restaurados y otros que se han recreado sobre piezas auténticas, y van mucho más allá de pantallas y mando, incluyendo también desde tazas de café a prendas de vestir, pasando por grapadoras, bolígrafos, cronómetros, teléfono y… ¡ceniceros!

Las pantallas muestran vídeos de aterrizajes lunares, números y códigos, mapas, matrices y diagramas de posición de los astronautas. Exactamente como si los ingenieros fueran a regresar en cualquier momento con su Coca-Cola en la mano.

Centro de Control Misión Apollo. Foto NASA.
Todo está en el Centro de Control de la Misión Apollo como el 21 de julio de 1969. Foto NASA.

Nada ha quedado al azar e, incluso, se han rastreado objetos como papeleras, sillas o carpetas en eBay, además de incluir donaciones de trabajadores y sus familias o bucear en los almacenes del Centro Espacial Johnson.

Cuando Christopher Kraft entró en la sala por primera vez señaló que estaba “deslumbrado”. “De repente, tenías 50 años menos y querías trabajar allí. Quería volver a esa habitación para trabajar”, explicó.

Las visitas han comenzado el 1 de julio. A partir de este momento, cualquier visitante al entrar en la sala podrá sentir que, en realidad, está entrando al Centro de Control de Houston el 21 de julio de 1969, rodeado de mapas de alucinaje e imágenes de la cadena CBS, las voces de los ingenieros durante aquellos momentos así como el vídeo de Neil Armstrong pisando la Luna tal y como apareció para los controladores de aquel vuelo.

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