La revolución verde: así cambiará la forma de viajar en una década

Habrá un mayor impacto de la tecnología y la biometría, pero no tanto como se espera. El verdadero cambio estará en la sostenibilidad

Cuando se plantea cómo serán los viajes en el futuro se suelen pensar en gigantescos drones, turistas espaciales y cruceros que parecen flechas surcando los mares. Quizás se vean algunos de estos proyectos, pero por lo pronto, para la próxima década los cambios serán de otro color: verde.

Según el informe Megatendencias: diseñando el futuro de los viajes, elaborado por la organización Euromonitor, en los próximos cinco años la industria del turismo gestionará un volumen económico de tres billones de dólares (2,7 billones de euros), de los que más de la mitad corresponderán a transacciones online.

Las tendencias que dominarán a la industria del turismo giran en torno a palabras y conceptos como economía compartida, ciudades inteligentes, reinvención de los roles de género, bancos de tiempo, sostenibilidad, destinos emergentes, cambios del modelo familiar y redefinición del consumo, entre otras.

El Efecto Greta

La consultora bautiza como ‘Efecto Greta’ a la toma de conciencia de los consumidores, sobre todo de los jóvenes de 15 a 30 años, que buscan disfrutar, sí, pero sin comprometer la sostenibilidad del planeta.

La Generación Z, que será el mayor grupo consumidor en una década, buscará experiencias de viajes nuevas pero más sostenibles

Movimientos como el flygskam (palabra sueca que se traduce como ‘vergüenza a volar’) reflejan un activismo que obliga a compañías aéreas, de cruceros, ferroviarias y de transporte vial a buscar alternativas.

Empieza por tomar conciencia y, después, apúntate estos trucos. Foto: Yeray Sánchez | Unsplash.

Las aerolíneas buscan formas más ecológicas de volar. Foto: Yeray Sánchez | Unsplash.

Cielos más limpios

Faltará mucho para que veamos aviones eléctricos y taxis voladores, aunque los prototipos siguen surgiendo como setas y grandes compañías aeronáuticas y de automotores como Boeing, Airbus, Audi o Porsche trabajan febrilmente para desarrollar modelos exitosos.

[Para leer más: Las seis tendencias tecnológicas que revolucionarán el turismo]

Por lo pronto, para el 2030 habrá un incremento del uso de los biocombustibles en las aerolíneas. United Airlines es la que más incentiva el uso de este tipo de energía, en una senda que también siguen KLM, Alaska Airlines, Finnair, Hainan Airlines, Delta y Lufthansa, entre otras.

KLM cuenta con un robot que lleva el equipaje a los pasajeros en el aeropuerto. Foto: KLM.

KLM cuenta con un robot que lleva el equipaje a los pasajeros en el aeropuerto. Foto: KLM.

Cruceros sostenibles

Los cruceros también siguen por esta senda, con una fuerte expansión de la propulsión a gas licuado, y con la llegada de las nuevas generaciones de cruceros impulsados por baterías eléctricas, donde la noruega Hurtigruten es pionera.

Otra faceta de la apuesta por la sostenibilidad es que tanto las aerolíneas como los cruceros y los hoteles se suman a las políticas de reducción de residuos, reciclaje y eliminación de los plásticos de un solo uso.

Hurtigruten toma la delantera ecológica con sus barcos eléctricos. Foto: Hurtigruten

Hurtigruten toma la delantera ecológica con sus barcos eléctricos. Foto: Hurtigruten

Adiós Francia, hola China

Tras décadas de estar en la cima, Francia dejará de ser el país más visitado del mundo para el 2030, vaticina Euromonitor.

Su lugar será ocupado por China, pero a diferencia de la nación gala, como España y otras potencias del sector, el motor será el turismo doméstico y no tanto los visitantes internacionales, potenciado por el crecimiento galopante de su economía, la expansión de su clase media y el rápido desarrollo de las aerolíneas locales, sobre todo las de bajo coste, una tendencia que se replica en otros países de Asia.

[Para leer más: Thomas Cook: ¿el principio del fin del paquete vacacional?]

Esta región será puntera en el desarrollo de las ‘super apps’, predice la organización, que será la combinación de herramientas en el móvil que permitirán centralizar la comunicaciones, los pagos, las relaciones por redes sociales y la programación de viajes con un par de clicks.

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China será el país más visitado del mundo para el 2030.

Cambios en la venta de viajes

Precisamente los youtubers y los llamados ‘influencers’ serán más decisivos con la Generación Z, el grupo demográfico de nacidos a mediados de los ’90, y que serán el principal sector consumidor para la década que viene.

Cambia el modelo de ventas: del agente de viajes se pasa a las experiencias a medida, elaboradas en colaboración con youtubers e influencers

Su poder no estará tanto en el impacto de los ‘likes’ que puedan recibir los posts, sino en su expansión como nuevos gestores de viajes, un cambio de modelo que llega con la caída de figuras como los clásicos turoperadores. El caso de Thomas Cook es un buen ejemplo de ello.

Nuevas experiencias

La abundancia de información y la facilidad con la que se puede viajar llevará a que los turistas busquen nuevas experiencias, pero no será como en décadas pasadas, más cercano a un tipo de colonialismo turístico.

El sistema de identificación biométrico permite agilizar rápidamente el embarque de los aviones.

El sistema de identificación biométrico permite agilizar rápidamente el embarque de los aviones.

Los nuevos viajeros buscarán la inmersión en otras culturas pero en un marco de respeto, optarán por experiencias más auténticas aunque signifique sacrificar algo de comodidad o pagar precios más altos.

[Para leer más: Luces y sombras de usar la tecnología biométrica en los aeropuertos]

Esta nueva forma de conocer el mundo se relaciona con la concienciación ecológica y el crecimiento de movimientos vegetarianos, que llevan a que hoteles, aerolíneas y compañías de viajes ofrezcan menús más saludables.

Seguirá el boom tecnológico

Las tecnologías seguirán estando presentes, con innovaciones que llegarán discretamente pero que se convertirán en indispensables.

Por ejemplo la biometría, que ya existe en numerosos aeropuertos y terminales de cruceros, se desarrollará a escala global con lo que el pasaporte seguirá existiendo, sí, pero a un uso cada vez más marginal; como sucede con el dinero en efectivo con los métodos de pago contactless.

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