Las fotografías que muestran el mundo como lo ven las aves

El concurso #Aerial2020 de Ágora invita a descubrir ciudades y paisajes desde el aire, con la pericia de fotógrafos que usan drones o escalan montañas

Así se ve el mundo si uno fuera un ave. Gracias al uso de drones, pero también a bordo de globos o desde la cima de montañas estos fotógrafos descubren un mundo que escapa a los ojos de cualquier persona de a pie. Una nueva edición de los concursos de Ágora muestran efectos mágicos de paisajes, ciudades y artefactos.

El concurso de fotos aéreas

Ágora es una app de fotografías, tanto profesionales como de aficionados, que tiene 3,5 millones de usuarios.

[Para leer más: El cielo es el límite para estas fotografías con drones]

Periódicamente organiza concursos de fotos, donde los usuarios son los que eligen las mejores fotos. En este caso, para #Aerial2020 se recibieron más de 9.000 imágenes, donde se coronó a Ewold Kooistra como ganador con una fascinante toma en Zaanse Schans.

Los molinos que flotan

Este pueblo es famoso en los Países Bajos por sus molinos de viento, una postal que atrae al turismo que busca lugares auténticos. Kooistra tenía en mente la imagen que quería, pero las condiciones climáticas le ponían una piedra tras otra.

La imagen ganadora muestra a los molinos de Zaanse Schans atrapados por la niebla, que le dan un efecto de estar flotando

Finalmente el 10 de mayo estaba el efecto que buscaba: una niebla baja, que repentinamente dejó a los molinos despejados por un cambio de viento, lo que daba la impresión de que estuvieran flotando en un mar de nubes.

A toda prisa, porque su dron había agotado la mitad de la batería, realizó la foto. Y fue la ganadora.

Este es el video de cómo lo produjo:

 

Los 49 finalistas restantes no están agrupados en categoría ni por número de votos. Aquí presentamos una selección por motivos estéticos, pero en la web de Agora se pueden ver a los demás ganadores.

'Overcrowded' by @will tm (France)

Foto: William Markezana

Parecen como moluscos aferrados a una roca, pero se trata de miles de personas en una playa pública en China, que dejan sus sombrillas para probar el fresco del mar pero con un flotador de tamaño descomunal, una costumbre entre los turistas de ese país.

La imagen fue realizada por William Markezana, un francés residente en Hong Kong, y se titula “Masificación”.

'Globos' by @sance (Spain)

Foto: Paola – Sance

Si uno tiene la oportunidad de ir a Capadocia, en el centro de Turquía, debería probar la experiencia de volar en un globo.

[Para leer más: Cuando la arquitectura nos seduce desde la fotografía]

La diseñadora gráfica y fotógrafa española Paola subió a uno de ellos y retrató a estos gigantes de aire caliente que suben entre las rocas de formas caprichosas como si fueran burbujas de un cava.

'The Eye of Sarumon' by @blairsugarman1 (UK)

Foto: Blair Sugarman

Un guiño para los amantes de la fantasía de El Señor de los Anillos. ¿Recuerdan la torre de Saurón, con su ojo de fuego que corona a una construcción de piedra gigantesca?

Esa es la impresión que se tiene cuando se ve al edificio IFC de Hong Kong, con su cúpula que parece dos garras metálicas. Y justo en el centro, el sol que parece el ojo de aquella criatura maligna de la Tierra Media.

El mérito de la composición es de Blair Sugarman, quien recuerda que este edificio había aparecido en la película de Batman The Dark Knight.

'Ski Jumper' by @thedronelad (Poland)

Foto: Konrad Paruch

“El cielo es el límite. Durante siglos los humanos soñaron con volar, y los deportistas que practican saltos de esquí lo pueden hacer, aunque sea por unos segundos”.

La solitaria imagen de un esquiador saltando en la pista de Zakopane parece la de un insecto perdido en un lugar extraño

Así describe Konrad Paruch su toma realizada en una jornada de entrenamiento en Zakopane, Polonia, donde un solitario esquiador parece un insecto ante la gigantesca superficie de la pista de saltos.

'Like a chess' by @mikhail derevyanov (Russia)

Foto: Mikhail Derevyanov

Un clásico de las fotos aéreas en ciudades es la trama de cuadrícula que Idelfons Cerdà creó para el Eixample de Barcelona.

La simetría de las manzanas con sus chaflanes es cortada por algunas diagonales, como el Paseo Gaudí, que comunica a dos maravillas del modernismo: la Sagrada Familia y el complejo Sant Pau.

Ninguno de ellos aparece en la fotografía tomada con un dron de Mikhail Derevyanov, sino que el autor se concentró en los bloques que le recuerdan a un tablero de ajedrez.

'Retired from service' by @ylee (Malaysia)

Foto: Yee Lee 

Estas semanas en que las aerolíneas han paralizado los vuelos hemos visto impactantes imágenes de depósitos de aviones donde estas aeronaves esperan el momento de regresar a los cielos.

En la ciudad británica de Kern la fotógrafa malaya Yee Lee retrató a una veintena de aviones de FedEx inactivos, pero que da la impresión de ser dos ejércitos a punto de entrar en combate.

'Fortress of the dragon' by @sixthlens (Italy)

Foto Matteo Mangano

Otra foto realizada en España. Esta es la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, construida en una pequeña península del País Vasco y a la que se accede por delgado sendero que sortea las rocas.

[Para leer más: Recuerdos de una Barcelona que ha desaparecido]

El lugar es un reconocido punto turístico, sobre todo desde que la producción de Juego de Tronos lo eligió como escenario de Rocadragón, el antiguo palacio de la casa Targaryen.

Por ello mismo el fotógrafo Matteo Mangano bautizó a su toma como “La fortaleza del dragón”.

'Who doesn’t love train trips ' by @andreieye (Romania)

Foto: Andrei Eye 

La fotografía es un trabajo de paciencia. Eso lo sabe bien Andrei Eye, quien aseguró que estuvo tres horas bajo el frío en las montañas de Suiza para capturar esta imagen del tren Bernina Express cuando pasaba por el viaducto de Landwasser, cerca de Davos (Suiza).

'Chasing waves' by @blakehobson (Canada)

Foto: Blake Hobson

Las playas de Perth son uno de los mejores sitios para desafiar al mar con la tabla de surf. Pero en muchas ocasiones el océano se despierta de mal humor y es capaz de lanzar unas olas que amenazan con devorar a quien se ponga por delante.

Así lo retrató el canadiense Blake Hobson, con una toma donde el surfista no parece darse cuenta del huracán de agua y espuma que se levanta a sus espaldas.

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