Las películas de platos y vinos, el nuevo motor del turismo

Estos sitios de España, Francia y EEUU aprovecharon el boom de diversos libros y films para promocionar su turismo

El cine y la literatura suelen ser dos motores habituales en la promoción de destinos turísticos. En muchas ciudades también se organizan rutas literarias o cinematográficas para enseñar los escenarios que han inspirado a varias obras.

Pero también los vinos y otras facetas de la gastronomía funcionan como impulsores indirectos del turismo. Un antecedente de larga data se puede encontrar en las obras de Ernest Hemingway. Sus crónicas de los encierros en San Fermín, así como las ambientaciones de novelas como Por quién suenan las campanas, ambientadas en la Guerra Civil, se matizaban con precisas descripciones de los vinos y platos de la España profunda de los años 30.

“Algunos clientes preguntan si pueden visitar las mismas bodegas que visitó el escritor en sus días”, dice Luis Lechuga, de la plataforma de enoturismo Turismodevino.com.

‘La Bodega’ de Noah Gordon ha atraído a turistas a los viñedos del Penedès

Vinos y paisajes españoles de exportación

Noah Gordon, con La Bodega, ha ayudado para atraer a turistas –sobre todo de Estados Unidos- a los viñedos del Penedès, donde transcurre la primera parte de esta novela ambientada en la Cataluña del siglo XIX, en medio de las guerras carlistas.

Otras dos obras literarias que acaban de publicarse seguramente también funcionarán como un reclamo turístico. El best seller Dan Brown ha presentado esta semana Origen, un thriller que cuenta como escenario de fondo el Monasterio de Montserrat, la Casa Milà (La Pedrera), la Sagrada Familia, el Museo Guggenheim Bilbao, el Palacio Real y la Catedral de Sevilla. Aparte del tradicional vértigo en las localizaciones, Brown aprovecha para describir la gastronomía en las diferentes regiones de España.

La otra es Una columna de fuego, de Ken Follet que traslada la aventura de Kingsbride hasta Sevilla, en el mundo europeo del siglo XVI que se debate entre el renacentismo y el oscurantismo religioso.

'The Way', de Emilio Estévez.The Way, de Emilio Estévez.

El camino de Santiago y otros senderos

El Camino de Santiago, un importante reclamo de turismo internacional, tuvo su ayuda con la película The Way, dirigida por Emilio Estévez y protagonizada por él junto con Martin Sheen. De orígenes gallegos, estos actores crearon un interés por conocer el Camino Francés y diversos encantos de la gastronomía local, como los pimientos del padrón.

La gastronomía española tuvo un fuerte impulso con la serie On the road again, con Gwyneth Paltrow, en la que guiaba a dos parejas por un recorrido de platos y vinos por las tierras españolas. Y ahora se espera que The Bachelorette brinde un impulso adicional a la demanda de viajes a La Rioja, ya que el capítulo final de este reality de búsqueda de pareja concluye entre los viñedos de esta comunidad autónoma.

'French Kiss', de Lawrence Kasdan

French Kiss, de Lawrence Kasdan.

En Francia y Estados Unidos

Francia es uno de los países que mejor exploran la combinación de cine y gastronomía. En el libro Tourisme et cinema se precisa que millones de potenciales turistas deciden viajar a los destinos de Francia después de ver películas como Amélie (y visitar los bistró de Montmartre), French Kiss (que incentivó las excursiones a los viñedos de la región de Auvergne) y hasta Ratatouille, que reflejaba en un divertido tono irónico (no necesariamente infantil) el lado B de la alta cocina francesa y los elegantes restaurantes de París.

En Estados Unidos, la película Entre copas no sólo multiplicó el turismo por el Valle de Napa, en California, sino que también incrementó las ventas de la variedad pinot noir en desmedro de la de merlot, que era denostada por Miles, el personaje interpretado por Paul Giamatti.

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