Los agentes de viajes británicos se posicionan, con datos, contra el brexit

La Asociación de Agencias de Viajes Británica (ABTA) acaba de alertar sobre las nefastas consecuencias que tendría la salida del país de la Unión Europea

El próximo 23 de junio, los británicos se van a pronunciar sobre si quieren que su país siga en el seno de la Unión Europea. En caso negativo, ¿qué consecuencias tendría realmente esa decisión para el turismo?

Según el ministerio de Economía y Finanzas de David Cameron, 230 libras esterlinas (291 euros) sería el coste suplementario que tendría que pagar una familia británica de cuatro personas si se fuera ocho días de vacaciones a un país de la Unión Europea.

La Asociación de Agentes de Viajes británicos (ABTA), que agrupa a 1.200 profesionales del sector turístico, acaba de publicar un interesantísimo informe titulado ‘What Brexit means for UK travel?’ (¿Qué consecuencias tendría un brexit para el sector turístico británico?), encargado a la consultora Deloitte. Su portavoz, Nina Kapur, ha indicado que “está documentado con hechos, no con emociones”.

Inmediatamente después del brexit habría un riesgo significativo de caída de la libra frente al euro

Menos poder adquisitivo para los turistas británicos

Preguntada sobre el impacto global de un brexit en el consumidor que viaje al extranjero, Kapur recuerda lo ya explicado por Cameron: “Inmediatamente después del brexit habría un riesgo significativo de caída de la libra frente al euro y el dólar. Para los turistas británicos significará menos dinero en sus bolsillos, lo que tendrá un impacto directo en su poder adquisitivo”.

Respecto a la opinión de que una libra esterlina más débil animaría a los extranjeros a pasar sus vacaciones en Reino Unido, ha respondido: “Los británicos realizan unos 29 millones de viajes a la Unión Europea al año, mientras que sólo 9 millones de turistas europeos visitan el país en doce meses. Por tanto, son los primeros los que se verán más afectados por la nueva situación”.

Las compañías aéreas tendrían que renegociar sus autorizaciones de vuelo con cada uno de los 27 países miembros

Subida de los billetes de avión

Desde la entrada en vigor en 1992 de los acuerdos de ‘cielo abierto’, el coste de los viajes en avión ha descendido un 40% y el número de líneas aéreas ha aumentado un 180%. Éste es el principal escenario de batalla de las aerolíneas ‘low cost’ como easyJet, con base en Reino Unido, y la irlandesa Ryanair, que también posee bases en Reino Unido, ambas absolutamente contrarias a la salida de la UE.

La directiva de easyJet, Carolyn McCall, ha declarado recientemente: «Nuestra compañía se fundó tras la desregulación del transporte aéreo por la Unión Europea. Somos una auténtica compañía paneuropea que opera más de 800 trayectos en 31 países y con aviones europeos”.

«La zona aérea común creada por la UE permite a cualquier compañía europea volar por donde quiera de Europa. No hay límites, ni restricciones, ni costes. Es eso lo que nos ha permitido conservar costes bajos y extender nuestra red”, ha añadido McCall.

Nina Kapur subraya que si Reino Unido dejara la Unión, “las compañías aéreas tendrían que renegociar sus autorizaciones de vuelo con cada uno de los 27 países miembros, lo que engendraría costes suplementarios con una repercusión en el precio final del billete”.

Los británicos, peor protegidos

La portavoz de la ABTA también ha recordado que “existen numerosas reglamentaciones europeas que tienen efectos muy positivos sobre la protección de los consumidores y los turoperadores. Por ejemplo, las compensaciones obligatorias en caso de retraso o anulación de vuelos”.

«Si el país dejara la UE, esta norma no se aplicaría y el gobierno debería reescribir ese derecho en ley nacional, lo que costaría tiempo y dinero una vez más. Lo mismo pasaría con el acceso a la Tarjeta Europea de Seguro por Enfermedad (CEAM), que está reservada a los ciudadanos de los países miembros”.

Las empresas turísticas británicas podrían perder mucha mano de obra cualificada

Gastos más elevados

Respecto a los gastos de itinerancia de la telefonía móvil, la Unión Europea es responsable de sus límites y de su supresión total en abril de 2017. “Las operadoras telefónicas podrían decidir aumentar sus precios mientras esperan la reacción del gobierno”, prosigue Kapur. “British Telecom (BT) y Vodafone, las dos principales operadoras telefónicas del país, permanecen prácticamente mudas sobre las consecuencias del brexit para sus clientes”.

Asimismo, según la ABTA, “en 2014, el sector del turismo representó 4 millones de empleos. Este sector atrae una mano de obra de paso, de naturaleza estacional y flexible, por lo que emplea a numerosas personas procedentes de la UE. En caso de brexit, las empresas turísticas se verían enfrentadas a gastos de contratación más elevados y podrían perder mucha mano de obra cualificada”.

En 2015, 39 millones de británicos viajaron al extranjero

Duda sobre el repunte económico

En lo referente a la libre circulación de bienes, el propio Cameron ha sido muy claro. Sería el fin del ‘booze cruise’ (el cruceros del alcohol), esa costumbre inglesa de atravesar el Canal de la Mancha en ferry sólo para comprar grandes cantidades de alcohol en Francia, donde los impuestos son menores.

Por último, respecto a la posibilidad de que la industria del turismo británica sea lo suficientemente fuerte para un repunte económico en caso de salida de la UE, Nina Kapur recuerda: “En 2015, 39 millones de británicos viajaron al extranjero. Es el primer año en que encontramos una cifra equivalente desde el periodo de la recesión en 2008”.

“El turismo y los viajes han contribuido con 170.000 millones de libras a la economía nacional. Al principio, podría haber una mejora en el turismo doméstico, pero no creo que mucho más”, concluye.

 

 

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