Qué se podrá ver en el museo dedicado al Covid-19

El museo británico Victoria & Albert analiza cuáles han sido los objetos emblemáticos durante la pandemia, y los presenta en una exposición...virtual

El coronavirus dio un giro tan grande a la vida de las personas y al mundo entero que nadie sabe cómo será el futuro, ya no digamos del año que viene, sino de tres o cuatro meses. Pero algo es seguro: hay una serie de objetos que se convirtieron en los iconos de estos meses de emergencia sanitaria y confinamiento.

Más temprano que tarde algún museo se iba a dedicar a pensar cómo sería una exposición de artículos que permitieron radiografiar la vida cotidiana bajo los días de encierro domiciliario y calles vacías. Y el que recogió el testigo es el Victoria & Albert Museum de Londres.

Los objetos de la pandemia

Esta institución británica, uno de los más importante sobre arte y diseño en el mundo, lanzó la exposición Objetos de la pandemia, que como corresponde a estos tiempos, no se puede visitar personalmente, sino que lo presenta de manera virtual.

Los arco iris, los carteles de los comercios escritos a mano, las mascarillas impresas en 3D…algunos de los objetos que se convirtieron en populares en los meses de coronavirus

A través de su web diferentes curadores del museo debaten sobre la manera en que la gente se apropió de diversos objetos y de qué manera los reutilizó en estos últimos dos meses.

carteles y balcones Foto Salas EFE

Carteles escritos a mano y balcones, símbolos de la esperanza. Foto: Salas-EFE

Carteles a mano en pleno siglo XXI

Un claro ejemplo son los carteles colocados en comercios, pero también en escaleras de vecinos o instituciones públicas.

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Casi todos coinciden en la introducción: “Debido al coronavirus…”, y luego se detalla el cambio de abierto a cerrado hasta nuevo aviso, el pedido de dos metros de distancia o la ausencia de mascarillas y alcohol en gel a la venta.

Hay un par de detalles significativos en esos anuncios, indica el experto Brendan Cornier: uno es que una gran mayoría estaban escritos a mano. Y el otro es el lenguaje.

Hasta hace un par de décadas atrás, se pensaba que las impresoras habían conquistado el mundo. Por lo visto no es así: los precios de los cartuchos, la conciencia ecológica a no usar papel en vano y la expansión de los móviles llevaron a que se vuelva a un par de elementos básicos: lápiz (o marcador) y papel para dejar algún anuncio impreso.

Se vendieron millones de impresoras, pero al final los comercios dejan sus anuncios al público en papeles escritos a mano

Con el lenguaje, se vio un cambio del estilo directo e imperativo (“No vendemos tabaco”, “Martes cerrado por descanso de personal”) a otro en el que la situación de cierre del local o ausencia de productos se describe en un lenguaje cercano, casi como pidiendo disculpas. O regalando alguna expresión de buenos deseos.

El icono de la resistencia

Todo museo se construye con instantáneas del pasado. Para tener un retrato más acabado del coronavirus habrá que dejar pasar el tiempo, pero los expertos del V&A Museum ya saben qué otros objetos tienen que figurar en su espacio de exposiciones.

Arco iris Foto LUIS TEJIDO EFE

El arco iris encarnó la resistencia contra la pandemia. Foto: Luis Tejido-EFE

Uno de ellos es el arco iris, donde su inclusión en cada balcón y ventana se convirtió en una declaración de principios. Ya sea con trazos infantiles o con creaciones artísticas como la de Damien Hirst, los siete colores del trazado semi circular se convirtieron en el símbolo de la resistencia a la enfermedad.

Máscaras y mascarillas

Seguramente estarán las mascarillas, o la versión más sofisticada de las máscaras de plástico transparentes que fueron diseñadas a toda prisa por grandes compañías o por pequeños emprendedores dotados de una impresora 3D.

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¿Hacía falta comprar tanto papel de váter?

¿Hacía falta comprar tanto papel de váter?

Claro que no podrán faltar los balcones, los nuevos escenarios de la vida social, milenario elemento de la arquitectura que hasta hace poco era la tímida aproximación del interior del hogar al exterior, y estos días de coronavirus se transformaron en puentes para redescubrir a los vecinos, ansiados espacios donde capturar un poco de sol y plataformas para aplaudir, cantar o bailar.

El símbolo del pánico inicial

Los curadores del museo de Londres debatirán cómo el papel de váter representó al pánico inicial (y de nada sirvió tanta previsión, por lo visto), de qué manera los registradores de temperatura digital se convirtieron en una herramienta de control social y de qué manera los espacios para ferias y convenciones se transformaron en hospitales de campaña.

picaporte abridor

Uno de los inventos para abrir picaportes en tiempo de coronavirus.

También habrá lugar para objetos que parecían absurdos y que ganaron fama inédita, como el abridor plástico de picaportes, y otros que habían quedado olvidados en un trastero y fueron rescatados por el tiempo libre y el cierre de comercios, como las máquinas de coser portátiles.

Y también para las herramientas tecnológicas que se convirtieron en estrella, como Google View y la plataforma Arts & Culture que permite ver cientos de museos y colecciones de arte de todo el mundo.

Y que no falte la app Zoom para realizar videoconferencias, que sin proponérselo, se transformó en el ágora del año 2020, el espacio donde podemos ver a nuestros amigos y familiares que están tan cerca y tan lejos a la vez.

a.
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