¿Qué tiene que ver Dubrovnik con el origen de la ‘cuarentena’?

España cumple 40 días de cuarentena. Y esta palabra de origen italiano tiene sus raíces en la localidad más turística de Croacia: Dubrovnik

La palabra cuarentena entró de lleno en el vocabulario de todo el mundo. El término que se refiere al período de aislamiento (voluntario u obligatorio) que se mantiene para evitar el contagio de una enfermedad tiene sus raíces en una de las ciudades más turísticas del continente, que durante la Edad Media fue uno de los puertos más importantes: Dubrovnik.

Muchas veces nos preguntamos por qué hablamos de cuarentena cuando muchas veces los períodos de aislamiento son menores o mayores (como está sucediendo ahora en España, que ya supera los 40 días y seguirá por un par de semanas más, al menos).

El origen de los 40 días

El origen tiene que ver con una de las peores epidemias de la historia, la bubónica, que fue más conocida como la Peste Negra. Fue tan terrible que durante su expansión en el siglo XIV aniquiló a un tercio de la población del continente.

Se transmitía por una bacteria alojada en las pulgas que vivían en las ratas. Eso no lo sabían los europeos medievales, que creían que era un castigo divino. Pero sí intuían que el contagio era por contacto.

A pesar de su independencia de Venecia el idioma del Véneto mantuvo su influencia en la antigua Dubrovnik

Ragusa, como se la conocía a Dubrovnik, en la Edad Media era uno de los centros comerciales más importantes del sur de Europa. Entre 1205 y 1358 estuvo bajo el mando de la República de Venecia, pero a pesar de su independencia la influencia de La Serenísima siguió por varias generaciones, como se evidenciaba en el lenguaje.

Peste negra en una pintura medieval

 

La peste negra diezmó a la población de Europa en el siglo XIV

Aislamiento por 30 días

En 1377 el Gran Concejo de la ciudad emitió una orden para evitar que la peste bubónica vuelva a diezmar la ciudad, después de los graves estragos causados en 1348: todos los barcos que provenían de alguna ciudad con casos de Peste Negra tenían que permanecer aislados en la isla de Mrkan o en la cercana ciudad de Cavtat.

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Este aislamiento era por 30 días, período conocido como trentino. Los tripulantes que pasado un mes no presentaban síntomas podían entrar en las murallas de Ragusa / Dubrovnik.

La medida fue más inteligente que la que tomó Venecia, que directamente cerró su puerto al mundo exterior y la sumió en una grave crisis económica.

De 30 a 40 días

La política del aislar a un barco infectado no era nueva, ya se imponía desde tiempos antiguos, pero nunca se había sistematizado en un período concreto.

Del ‘trentino’ de Ragusa se pasó a la ‘quarantena’ en el resto de Europa. Pero nadie sabe por qué esta ampliación del aislamiento

El trentino se expandió entre otras ciudades portuarias de Europa como Pisa, Génova, y Marsella, y luego se expandió a 40 días, en lo que se conoce como quarantena, por quaranta giorni, que deriva de la palabra latina quadraginta (cuatro veces diez).

lazareto dubrovnik

El antiguo lazareto de Dubrovnik

¿Por qué se pasó de 30 a 40 días? No se sabe. Una explicación es que tiene una relación con la Cuaresma cristiana como período de arrepentimiento y constricción. Otra razón más racional es que se comprobó que un aislamiento de cuatro semanas era más efectivo que un mes.

Los lazaretos

Las cuarentenas se realizaban en lazaretos, establecimientos alejados de las ciudades donde tradicionalmente vivían los enfermos de lepra. Su nombre proviene del conjunto alojado en la isla de San Lázaro, cerca de Venecia, en honor del patrono de los leprosos.

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La república de Ragusa construyó varios lazaretos para evitar que esta y otras enfermedades puedan llegar a su población: estos centros se abrieron en las islas de Mljet, Supetar, Mrkan, Bobara, Lokrum y en la citada ciudad de Cavtat.

Los lazaretos funcionaron siglos más allá de la caída de la república de Ragusa, e inclusive el de Lindjo, a 300 metros de las murallas de la ciudad vieja de Dubrovnik, todavía existe pero reconvertido en un centro de cultura, donde se organizan conciertos al aire libre y festivales.

Ahora está vacío: como todas las ciudades europeas, Dubrovnik cerró sus puertas a cruceros, aviones y autobuses. De ser una ciudad masificada por el turismo, sus calles están desiertas.

Dubrovnik está en cuarentena. Pero si salió adelante con sus innovadoras medidas sanitarias en el siglo XIV, también lo hará ahora.

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