Siete souvenirs de lujo que sí debes traerte de Asia

Recuerdos auténticos en los que prima la calidad y la excelencia por encima de las baratijas de siempre

Recuerdos locales reales -y no fabricados masivamente en una fábrica de China o Vietnam-, de elaboración sostenible, diseño y alta calidad. ¿Es posible encontrarlos?

Volver a casa con recuerdos de un viaje, en forma de pequeños objetos, no es algo nuevo. Ya en el siglo XVII empezaron a popularizarse los llamados Gabinetes de curiosidades, habitaciones que las familias nobles y burguesas (las únicas que se podían permitir viajar por placer) llenaban de pequeños objetos que recopilaban durante sus viajes, y que tuvieron su apogeo durante los dos siglos posteriores.

La democratización del turismo y el proceso de globalización cambiaron para siempre el concepto de souvenir: lo abarataron y borraron la huella local y artesana

Ya en el siglo XIX, Thomas Cook, considerado el padre del turismo moderno, daba a sus viajeros pequeñas réplicas en miniatura de las ciudades que habían visitado en su Grand Tour.

Souvenirs. Foto: Jametlene Reskp | Unsplash.

Hemos buscado (y encontrados) souvenirs que sí. Foto: Jametlene Reskp | Unsplash.

[Para leer más: De las postales a Instagram: ¿cuál es el origen de los souvenirs?]

Recuerdos del todo a cien

La democratización del turismo y la globalización cambiaron para siempre el concepto de souvenir. Lo abarataron y, sobre todo, borraron la huella local y artesana en favor de un producto fabricado en masa y sin más referencia al destino que la bandera o el nombre del mismo impreso.

Hay vida más allá de los imanes; los países que fabrican masivamente baratijas de recuerdos son precisamente exponente de todo lo contrario 

Elaborados en China, Indonesia o Vietnam, los tres principales países fabricantes de estas baratijas en el mundo, llenan las tiendas de recuerdos de todo el planeta.

No son pocos los turistas que se niegan a comprarlos. Son viajeros exigentes que, lejos de una nostalgia impostada sobre los primeros souvenirs, buscan un recuerdo real y, al mismo tiempo, sostenible. Compras locales que, además, gozan de altísima calidad, al ser considerados objetos de lujo.

Si bien Asia es el principal promotor de baratijas baratas, el propio continente puede ser creador de todo lo contrario. Lo recorremos en busca de los recuerdos únicos y exquisitos.

Un bolso batik desde Java

El batik es una de las técnicas de teñido de telas más antiguas de Asia y es especialmente popular en Indonesia y Malasia. Aunque su origen está en India, en la isla de Java se utiliza desde el siglo VI.

Bolso batik hecho en Malasia. Foto: The Batik Boutique.

Bolso batik hecho en Malasia. Foto: The Batik Boutique.

Consiste en aplicar cera a ciertas áreas del tejido de forma que el tinte no penetre en el mismo durante el baño de la tela. Es muy laboriosa y sus talleres, venerados como auténticos rincones del lujo artesano.

Empresas como la malasia The Batik Boutique elabora objetos con telas batik más allá de las ropas tradicionales: bolsos, bisutería, fundas para gafas… confeccionados a mano uno a uno. Los bolsos piramidales son los más cotizados y cuestan alrededor de 40 €.

Un recipiente de arroz pintado a mano en Chiang Mai

Si viajamos por Laos y muchas zonas de Tailandia veremos que el arroz se sirve en pequeños recipientes cilíndricos de bambú, que tienen su origen en ser un objeto perfecto para llevar el arroz a los campos de trabajo, manteniendo sus propiedades.

El propio objeto en sí es toda una pieza única artesana, pero podemos darle un toque premium si nos hacemos con alguno de los que se han pintado a mano.

Recipiente de arroz pintado a mano en Tailandia. Foto: Siam Sawadee.

Recipiente de arroz pintado a mano en Tailandia. Foto: Siam Sawadee.

La firma tailandesa Siam Sawadee (cuya boutique principal se encuentra en la provincia de Chiang Mai, al norte del país, pero que cuenta con una fantástica tienda online) se ha especializado en estos objetos únicos, cuyo precio depende del tamaño, siendo los más baratos a partir de 35 €.

Una prenda de seda de Hoi An

El mercado de la seda vietnamita es de los más lujosos del mundo. Aunque se pueden encontrar importantes sastrerías y tiendas de tejidos en Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh, es en la bella Hoi An donde se encuentran las más exquisitas.

Esta ciudad Patrimonio de la Humanidad cuenta en su centro histórico con sederías a la altura de los antiguos emperadores asiáticos, por lo que podremos hacernos con piezas exquisitas, incluso encargarlas a medida, o bien hacernos con el material directamente, si no hay tiempo para confeccionarlo o no nos gusta lo que ya está listo para llevar.

Sedas vietnamitas. Foto: KTravel.

Sedas vietnamitas. Foto: KTravel.

Uno de los locales más importantes es BeBe, cuya boutique es bastante bonita, al estilo colonial.

Un mahjong artesano de Shanghái

El mahjong es uno de los juegos de mesa más populares de la comunidad china, también de sus descendientes en Singapur.

En ambos países es posible encontrar auténticas maravillas artesanales, con piezas creadas en el mejor marfil y guardadas en cajas de las maderas más lujosas. Aunque aprender a jugar puede ser algo complicado (y no tiene nada que ver con el ‘solitario’ que se popularizó en los juegos de ordenador), no deja de ser una belleza.

Shanghái es una de las ciudades donde nos podemos hacer con ellos, sobre todo en el mercado de Yuyuan, cerca del templo de Cheng Huang. El precio real debería estar en torno a los 200 yuanes (26 € aproximadamente).

Mahjong artesano. Foto: Banggood.

Mahjong artesano. Foto: Banggood.

Objetos lacados en Siem Reap

Si hay una ciudad que no podemos dejar de visitar en Camboya, esa es Siem Reap, a un paso de los fantásticos templos de Angkor. Lo que no todo el mundo sabe es que este pequeño pueblo del norte del país es también uno de los centros históricos de la técnica del lacado.

Son pocas las firmas que siguen haciéndolo, pero aun quedan algunas allí. Destaca especialmente Theam’s Gallery, que ha convertido recientemente su boutique en toda una galería de arte en la que admirar las piezas más exquisitas y poder llevarnos algunas a casa.

Además, si visitamos el mercado local, podremos aprender sobre esta cultura milenaria, historia del país y, si queremos, participar en algún taller. Además, es una alternativa fantástica para las horas que estemos descansando de los paseos entre templos en Angkor.

Theam's Gallery. Foto: Theam's Gallery.

Theam’s Gallery. Foto: Theam’s Gallery.

Un auténtico cuchillo para pescado de Tokio

Los cuchillos artesanales japoneses son tan afilados como la espada de un samurái. Su tamaño varía en relación al propio tamaño del pescado que se va a cortar, de ahí que encontremos desde pequeños (los aji-kiri) a otros muy grandes (maguro-kiri).

El distrito de Kappabashi en Tokio es el más importante para los que busquen cualquier objeto relacionado con la gastronomía. Los propios tokiotas acuden allí a comprar sus cuchillos, por lo que no hay pérdida.

En la calle Kappabashi Dogu encontraremos decenas de pequeñas tiendas en las que hacernos con uno. Los cuchillos considerados piezas de colección superan los 500 €, pero si los queremos usar en nuestra cocina, será mejor que optemos por los que rondan los 200 €.

No, cualquier cuchillo no sirve para preparar sushi. Foto: Rachel H. | Flickr.

No, cualquier cuchillo no sirve para preparar sushi. Foto: Rachel H. | Flickr.

Una tetera de cerámica de Yeoju

Si hay un rincón de Corea donde la cerámica se ha convertido en arte, ese es Yeoju (también Yeosu). Además de ser el lugar con mayor tradición, es aquí donde se celebran anualmente los más importantes festivales en torno a esta industria artesana.

Con una calidad reconocida mundialmente, y una tradición con más de diez siglos a sus espaldas, las pequeñas fábricas hacen todo tipo de objetos, aunque son los relacionados con la cultura del té los que más llaman la atención. Es posible encontrar cerámica de Yeoju en Seúl, aunque es mejor acudir directamente a la ciudad, a 65 km de la capital.

Cerámica artesana en Corea. Foto: Kim Jiho | Korea Tourism Organization.

Cerámica artesana en Corea. Foto: Kim Jiho | Korea Tourism Organization.

 

a.
Ahora en portada