Las turbulencias de la economía china alerta a las marcas de lujo

Desde Tiffany’s hasta las compañías de cruceros miran con lupa la desaceleración de la economía china por temor a perder sus jugosas ventas

“No puedes confiar en el turismo chino para tener éxito en tu negocio. Es muy peligroso”. La frase es de Pam Danziger, una experta en el mercado del lujo de la consultora Unity Marketing, de EEUU. La frase evidencia una inquietud entre las marcas más exclusivas: las turbulencias en la economía china puede tener un grave impacto en el sector.

Menores ventas en las mecas del lujo

Desde el distrito comercial de Ginza, en Tokio, hasta en las tiendas de la Quinta Avenida en Nueva York o en los casinos de Macao, cada vez se ven más señales de que el gasto del turista chino, el más elevado del mundo, está cambiando. Las razones puede ser la ralentización de la economía del gigante asiático o las políticas gubernamentales de incentivar el gasto dentro de sus fronteras.

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“Las marcas de lujo tienen mucho atractivo para el consumidor chino, pero se detecta una cierta decadencia”, precisa Danziger a Bloomberg.

Preocupación de Tiffany’s

Algunos de los grupos de las marcas más exclusivas aseguran que no detectan nada de qué preocuparse, como LVMH o L’Oreal. Pero otras no están de acuerdo.

Los grupos europeos como LVMH o L’Oreal ven solidez en sus ventas a consumidores chinos, pero Tiffany’s detectan una ralentización

Por ejemplo las compras de los visitantes chinos a la tienda de Tiffany’s en Nueva York descendieron notablemente, pero crecen en las tiendas del país asiático.

Para evitar una mayor dispersión la famosa joyería realizó una ambiciosa campaña de marketing para promocionar sus locales en otros países del mundo con una fuerte presencia de turistas chinos.

Diferentes apuestas de los cruceros

Los cruceros tienen políticas divergentes: Norwegian Cruise Line presentó el Norwegian Joy, una embarcación construida especialmente para turistas chinos, pero su falta de éxito le obligó a reformarla y destinarla a las aguas de Alaska. Costa Cruceros confía en que no le sucederá lo mismo, y bautizó esta semana al Costa Venezia, una embarcación adaptada al gusto del crucerista de China pero para viajar por Italia.

Eso es lo que detectan las navieras: a los chinos les gustan los cruceros, pero están más interesados en los viajes fuera de sus puertos, como en el Mediterráneo o el Caribe.

Cambios en los casinos

Los casinos también siente la presión del cambio. Macao es el mayor centro de juego del mundo, superando a Montecarlo o Las Vegas. Poderosos conglomerados de esta ciudad norteamericana tienen inversiones en esta antigua colonia portuguesa, como Las Vegas Sands o MGM Resorts.

[Para leer más: El mercado del turismo en China crece a velocidad de récord]

Los visitantes de China siguen llegando en iguales proporciones, pero hay menos jugadores que apuestan sumas astronómicas, una de las características del juego en Macao.

El mercado más potente del mundo

El turismo en China moviliza 1,17 billones de euros, solo superado por los 1,3 billones de Estados Unidos, calcula un estudio del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC).

El gasto de este viajero es el más alto a nivel mundial, donde en España llega a los 2.500 euros por persona, el triple que la media de los visitantes internacionales. Solo en 2017 los turistas chinos gastaron más de 100.000 millones de euros, precisa el informe del WTCC.

China quiere que compren en China

Ante las señales de ralentización del gasto doméstico y para despejar las dudas del futuro de la economía china el Gobierno rebajó los aranceles de los artículos importados para incentivar las compras dentro de su territorio.

El gobierno chino lanzó una serie de medidas para incentivar las compras en el mercado doméstico, lo que repercute en las ventas de las marcas de lujo en otros países

Lo que percibe Tiffany’s también lo detecta Capri Holdings, el conglomerado de firmas como Michael Kors o Jimmy Choo, que ven un fortalecimiento de sus ventas en China pero que decaen en Corea del Sur o Japón.

Esta medida también torpedea al daigou, un mercado negro de artículos de lujo donde una persona compra bolsos, relojes y perfumes en Europa, Japón o EEUU para revenderlo en China, o cobrando una comisión a la persona que lo encargó previamente, un negocio que mueve 5.300 millones de euros al año, calcula la consultoría Bain & Co.

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