Bienvenidos a la ciudad fantasma más grande del mundo

Ordos es una ciudad china de rascacielos y modernas instalaciones para albergar a un millón de personas. Pero no vive ni el 10% de la población esperada

Es como si una bomba de hidrógeno hubiera caído en medio de la plaza Gengis Khan y la población se hubiera evaporado. Es el escenario ideal para filmar cualquier película apocalíptica como ‘Soy Leyenda’, en la que Will Smith es –eso cree él- el único habitante de Nueva York.

Ordos se encuentra en el distrito de Mongolia Interior, al norte de China, y fue uno de esos proyectos que promotores inmobiliarios, aliados con los burócratas de Beijing, encararon para atajar el problema de la superpoblación de las grandes ciudades, sobre todo del litoral costero. Se suponía que en Ordos iban a vivir más de un millón de personas, pero actualmente no residen ni 90.000. Y eso si es que uno cree en las estadísticas oficiales de las autoridades chinas.

En el 2003 comenzaron las primeras obras, y en el plano, se veía cómo los edificios aspiraban a ser la joya de las ciudades-futuristas de China, capaz de quitarle el centro a Shanghái en cuanto a su innovación.

Pero el proyecto falló. Los plazos de finalización no se cumplieron, los préstamos se dejaron de pagar, y muchos inversionistas dejaron miles de viviendas sin terminar. Aunque los pisos se ofrecían a precios ridículamente bajos, no hallaban compradores: nadie quiere adquirir una propiedad que el día de mañana no podrá vender.

Rascacielos de Ordos

El fotógrafo francés Raphael Olivier retrató la calles vacías, los ambiciosos edificios públicos, el estadio, los centros comerciales sin comercios, donde su lente refleja el vacío y la soledad de estos predios, que se ve que comienzan a ser víctima de la desidia y los pastizales.

«Está el súper moderno Museo Ordos de MAD Architects, los edificios residenciales más aburridos y modernos, proyectos inconclusos de Ordos 100 (un proyecto de la firma suiza Herzog & de Meuron y del artista chino Ai Weiwei para invitar a 100 arquitectos de 27 países a diseñar para Ordos), así como la influencia de la arquitectura de estilo soviético», explica Olivier.

El fotógrafo busco exhibir la paradoja de la planificación propia del comunismo con la explosión de dinero, como si fuera la radiografía del capitalismo, que vive la economía china.

Pero también Olivier invita a mirar con otros ojos. Según el fotógrafo, los occidentales consideramos a Ordos como una ciudad fantasma. Para sus escasos vecinos, es una ciudad en desarrollo, que tarde o temprano, acogerá a sus habitantes. Será cuestión de esperar.

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