Diez consejos para no ser timados con el cambio de divisas

Cambiar divisas no debería ser un problema, pero algunas monedas tienen sus reglas y en varias ciudades se suceden las estafas a turistas

La primera consigna es no marearse con los números. Al salir de la Eurozona el turista debe aprender a visualizar un precio en la moneda extranjera y obtener un resultado rápido de su equivalencia. Tener que adaptarse a una divisa extranjera requiere no sólo un poco más de agilidad mental sino también a estar atentos a las reglas del juego en el cambio de moneda. Estas son algunas sugerencia de Skyscanner para evitar problemas u ocasionales timos con el canje de euros por divisas locales.

1. Conocer la jerga

Antes de salir se sugiere aprender un par de términos técnicos del cambio de divisas. Por ejemplo tasa de venta es lo que se recibe cuando se cambian euros, tasa de compra es lo que se recibe al reintegrar la moneda extranjera sobrante, y la tasa interbancaria se refiere a la tasa de venta al por mayor cuando los bancos se intercambian dinero entre ellos. No es algo que debería preocupar al turista pero suele figurar en algunas pizarras de casas de cambio.

2. Un poco de cambio antes de salir

No es recomendado llegar a otro país y no tener ni un céntimo en la moneda local. En los aeropuertos hay oficinas de cambio de divisas pero a tasas más bajas que en las ciudades. Y si se aterriza de noche es posible que estén cerradas. Lo sugerido es cambiar unos 20 a 50 euros en España, que al menos alcance para un taxi o una comida ligera, y luego al otro día buscar oficinas de cambio en el punto de destino. Al terminar las vacaciones, hay que recordar que las monedas no suelen aceptarse, por lo que deben canjearse antes por billetes o dejarlas para consumir un café antes del vuelo.

3. Estudiar la divisa

El dólar o la libra tienen las mismas características que el euro en cuanto a su circulación, pero se sugiere averiguar bien cómo es la moneda local del país a visitar. Por ejemplo el dírham marroquí no puede intercambiarse a nivel internacional y Cuba tiene dos monedas, una para turistas y otra para sus ciudadanos. En países como Venezuela, con altas tasas de inflación, está la divisa oficial a un valor estancado y la moneda del mercado negro, que es la que tiene un verdadero valor de mercado.

4. Seguir la tasa de cambio

En el destino cabe saber cómo es la paridad entre el euro y la moneda local. Si el país tiene altibajos de inflación, como pasa en varios países de Latinoamérica o África, es mejor ir cambiando dinero de a poco. Depende del nivel de gastos, se sugiere cambiar dinero cada tres o cuatro días, aunque también hay que estar atento a la disponibilidad de oficinas de cambio y sus horarios.

5. Cambiar montos grandes

En algunos países aceptan rebajar ligeramente la tasa de cambio si se cambian grandes cantidades de dinero. Si se viaja con amigos no es mala idea hacer un ‘bote’, sumar lo que quiera cambiar cada uno y negociar un 0,5% de bonificación en el intercambio.

6 .Comercios y hoteles

En grandes tiendas, restaurantes u hoteles de alta categoría suelen cambiar divisas. Sus tasas no son mejores que las casas de cambio, pero pueden ayudar a resolver algún sofoco económico. Pero dado que en muchos países el euro o el dólar son más apreciados que las monedas locales, se puede negociar obtener algún tipo de descuento por el producto o servicio.

Cambio de dinero

7. Evitar el cambio callejero

En Sudamérica se llaman ‘arbolitos’ a los que cambian dinero en el mercado negro, porque están siempre de pie en la acera. Con un continuo “cambio, cambio” aseguran ofrecer mejores tasas que los bancos. En algunos casos conducen al turista a una casa de cambio semi clandestina, y en otros hacen el canje en la calle. Hay que tener cuidado: son personas muy rápidas con los números, pueden marear al turista con cifras y cometer una estafa rápidamente, o entregar billetes falsos.

8. Cuidado con las comisiones

Las casas de cambio tienen la obligación de informarlo, pero no siempre el turista toma nota que hay comisiones por cambiar dinero. En algunos países ni siquiera se comunica, porque ya dan por entendido que es una norma que todo el mundo la conoce. Las comisiones pueden rondar en 1,5 euros, y seguramente es más baja que lo que cobra un cajero automático por extraer moneda extranjera.

9. Cheques de viaje

Llevar grandes fajos de billetes no es recomendado en países poco seguros. La alternativa es portar cheques de viaje, que en caso de pérdida o robo pueden reembolsarse. Los más aceptados son los de American Express. Las contras es que se deben canjear en casas autorizadas –conviene averiguar dónde se encuentran en cada ciudad a visitar- y que sólo se ofrece en seis divisas.

10. Comparar y comparar

Muchas casas pondrán grandes anuncios que cambian dinero con 0% de comisión, pero mantienen tasas menos favorables. Otras obligan a realizar grandes transacciones, a partir de los cien euros. En las áreas comerciales se sugiere mirar varias casas de cambio, comparar sus tasas y analizar –vía móvil- con la tasa oficial del mercado.

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